Aunque no es nuevo, la llegada de la crisis económica ha producido un incremento de los casos de fraude en la revisión del gas, lo que ha llegado incluso a producir detenciones de las personas que cometían estas faltas. Tal y como informa la revista Consumer Eroski, los delincuentes utilizaban el nombre de dos conocidas empresas de distribución para obtener cobros rápidos de forma fraudulenta.

Las asociaciones de consumidores ya se han movilizado contra este tipo de engaños. Los afectados informan de que los supuestos miembros de empresas autorizadas les pedían cantidades comprendidas entre los cien y los cuatrocientos euros. Consumer apunta que en la mayoría de estas situaciones, los timadores buscan como objetivo a personas mayores que vivan solas. «Ante ellas se presentan bajo la excusa de una revisión urgente o de alguna avería, como una soldadura para tapar una fuga y, tras simular realizar la faena, presentan facturas y tarjetas falsas y piden el pago».

La forma de actuar es similar en todos los caos. En primer lugar, colocan el aviso de la revisión en el domicilio en el que se va a hacer la visita, al tiempo que, supuestamente, se muestra la capacidad de esta empresa fantasma para realizar la tarea, incluso con el apoyo de certificados falsificados.

Este tipo de casos ha sido tan continuado que, en algunas situaciones, las autoridades de Consumo han llamado a las empresas autorizadas a suspender la actividad y a informar de este hecho para poder advertir a los usuarios de la llegada de los defraudadores. En cualquier caso, siempre es aconsejable pedir información sobre los datos de la empresa y comprobar que, efectivamente, se trata de un servicio autorizado. Reclamar los recibos o facturas es otra de las medidas aconsejadas.