Susana Arizaga

«El hecho de viajar en un vehículo con una persona que te dice que lleva cocaína no supone ninguna participación en la comisión del delito de tráfico de drogas, pues ni realiza el hecho por sí mismo, ni por medio de otro» esgrime la Audiencia Provincial para absolver a uno de los dos individuos acusados por la Guardia Civil de transportar un kilo de cocaína de Villagarcía de Arosa (Pontevedra) con destino a la venta en San Sebastián, en marzo de 2009. En la misma sentencia se confirma la condena a tres años de prisión para quien conducía sin carné el vehículo, un BMW descapotable, interceptado en Benavente y retenido en el depósito municipal, un joven que responde a las iniciales de F.J.T.F. y que confesó ser el responsable de la droga y que el copiloto desconocía su existencia. La Audiencia ajusta la pena a la solicitada por la Fiscalía al aplicarle la atenuante de drogadicción, tras haber seguido un tratamiento de desintoxicación en la cárcel y posteriormente en Proyecto Hombre. Además le impone una multa de 30.000 euros.

Por lo que respecta al otro acusado, cuyas iniciales son F.J.A.L. -a quien la fiscal identificó como la persona que realizó una llamada anónima a la Guardia Civil para informar de que dentro del vehículo había 1.070 gramos de cocaína propiedad del conductor, oculto en el mecanismo de la capota-, el fallo de la Audiencia apostilla que «ni induce directamente a ejecutar» el delito al otro imputado, «ni realiza ningún acto» como «cooperador» necesario del tráfico de drogas, «ni conduce el turismo, ni es el dueño», sino que «se limita a viajar en el vehículo conducido» por quien la transporta. El magistrado descarta la existencia del delito de encubrimiento, «pues ningún auxilio prestó al autor, ni hay ocultación, alteración o inutilización del cuerpo para impedir su descubrimiento, ni ayuda» para que el ahora condenado pudiera «eludir la investigación o sustraerse a su busca y captura». Lo único que queda probado es que F.J.A.L. conocía, porque así se lo contó el conductor del BMW, que en el vehículo había drogas, concluye el magistrado. Por lo que respecta a las escuchas telefónicas en las que éste habla con terceras personas del «coche cargado», el fallo señala que es imposible conocer si este acusado sabía del transporte de la droga con anterioridad al viaje.

Una veintena de zamoranos, en su mayoría jóvenes, reivindicó ayer la legalización del cannabis «para evitar el tráfico y la existencia de mafias» y también «para su uso terapéutico, para que se investigue» más sobre esa cualidad de esta planta. La Asociación Zamorana para la Normalización y el Estudio de la María (Azunec) fue la encargada de convocar el acto, que también se desarrolló en otras veinte ciudades del país.