B. Blanco García

Cerca de dos horas tuvo que esperar a la llegada de una ambulancia Manuel Ruiz con su hermano enfermo para poder trasladarse a Valladolid para realizar unas pruebas médicas. Los hechos ocurrieron el pasado 12 de diciembre y el usuario ha denunciado esta situación, que recuerda «no es la única vez que ha pasado».

A pesar de que el afectado había solicitado este servicio con tiempo, ya que debían estar a las 10.45 horas en Valladolid «cuando vimos que la ambulancia no llegaba, volví a telefonear y me aseguraron que no tenían constancia de mi petición». Ello provocó que tuviera que llamar al complejo sanitario de Valladolid para solicitar el retraso de las pruebas. «La ambulancia llegó a recogernos dos horas después de lo previsto y cuando nos dejó en el hospital, regresó a Zamora», recuerda el perjudicado.

El problema no finalizó ahí, ya que cuando terminaron de realizar las pruebas, sobre las dos de la tarde, desde la recepción del hospital vallisoletano se pidió una ambulancia para realizar el viaje de vuelta, «y le informaron de que estaría allí en veinte minutos, por eso decidimos esperar allí y no irnos a comer». Pero fueron casi tres horas las que tuvieron que esperar, de nuevo, para regresar a casa. «Cuando vieron que todavía no habían venido a recogernos, volvieron a llamar y desde la centralita afirmaron que no tenían registrada la notificación», declara.

Para Manuel Ruiz, una fácil solución habría sido que la ambulancia hubiera esperado a que le realizaran las pruebas a su hermano. «Ese día había pacientes de otras ciudades en el hospital, como Burgos o Ponferrada, y tenían a la puerta el transporte, esperando a que terminaran para regresar a sus casas», explica. O, al menos, que les hubieran confirmado que no tendrían transporte hasta las cinco de la tarde. «En ese caso, habríamos optado por ir a comer, por ejemplo, hacer otros planes hasta que llegara la ambulancia. Y no esperar tres horas en el hospital».

Para este usuario, la contestación de «nos acercaremos cuando podamos», que ya ha recibido alguna vez más cuando solicita una ambulancia para acudir con su hermano al hospital de Zamora, no es una opción. «Al menos que digan una hora orientativa, para poder organizarse», sugiere, al tiempo que anima al resto de usuarios que hayan pasado por la misma situación a denunciar. «Sé que este problema lo han tenido más personas, así que habría que hacer algo, quejarse a la empresa, porque somos muchos los afectados». Algo que él mismo ya hizo tras su ajetreado viaje a Valladolid.

Desde Ambuibérica, su director general, Carlos Magdaleno, afirma que el problema ocurrido a Manuel Ruiz «ha podido producirse por un caso muy concreto, quizá porque también atendemos el transporte colectivo de enfermos y eso pudo influir en las ambulancias disponibles en ese momento», aunque asegura que la empresa «dispone de un óptimo número de ambulancias, aunque eso no signifique que nunca fallemos», por lo que los trastornos que se puedan ocasionar entre los usuarios pueden deberse «a picos de actividad, pero en condiciones normales, ofrecemos un buen servicio», subrayó el director general de Ambuibérica.