La «Virgen con el Niño y San Juanito», obra atribuida, no documentada, a Bartolomé Ordóñez, corresponde al escultor «que introdujo el Renacimiento en España en los primeros años del siglo XVI», mencionó el delegado diocesano de Patrimonio, José Ángel Rivera de las Heras, en la presentación de la escultora. El experto enfatizó: «Se trata de una de las águilas del Renacimiento español». El artista nació alrededor del año 1480 en Burgos, estuvo en Italia, donde conoció la obra de Miguel Ángel. Al retornar a España tuvo taller en Barcelona, donde trabajó en el trascoro de la catedral. Ejerció su oficio en el sepulcro de Felipe «El Hermoso» y Juana de Castilla que se conserva en Granada, el del Cardenal Cisneros en Alcalá de Henares y también trabajó para los sepulcros de la familia Fonseca en la iglesia de Santa María de Coca, en Segovia. «Para este último estaba pensado la escultura según figura en el testamento del escultor», puntualizó Rivera. El historiador señaló que no se sabe cómo llegó a Zamora, pero se conservó en el desaparecido monasterio de San Jerónimo. En la época de la Desamortización pasó a la Catedral y se hizo cargo de ella el Cabildo al igual que a la talla del Cristo de las Injurias.