Los dos veterinarios de la Junta de Castilla y León que acompañaron a los agentes del Seprona en la inspección efectuada el miércoles, día 7 de diciembre, en el Mercado de Abastos levantaron actas sobre las posibles ilegalidades o irregularidades relativas a las canales de carne y piezas de caza sometidas a revisión en los puestos registrados. Unas actas cuyo contenido se conocerá en los próximos días, según indicó ayer el delegado de la Junta en Zamora, Alberto Castro, y que podrían ser la base de futuros expedientes sancionadores, si es que se concluye que los industriales investigados pudieron incurrir en alguno de los delitos que trata de esclarecer la Guardia Civil, cuyo servicio del Seprona requirió la presencia de los veterinarios de la Administración regional en la intervención del miércoles, como competente en materia de control de la salubridad de los alimentos e instalaciones dedicadas a esa actividad comercial. En estos momentos «estamos en el proceso», apuntó, «es muy pronto» para concretar más datos, «se sigue trabajando. El día siete y hoy mismo ha estado —la Guardia Civil— hablando con el jefe del Servicio» de Sanidad «y todavía no es un tema cerrado».

En ese sentido, Castro, recordó que «hay una vía judicial» de la que se encarga la Benemérita y los propios juzgados —en este caso el asunto está en manos del número 2 de la capital, aunque de forma circunstancial, ya que podría acabar en otra instancia judicial al ir a reparto—, al tiempo que se refería a la vertiente «administrativa», de la que, en función de su cargo, es máximo responsable en la provincia. El delegado quiso «dar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos», al tiempo que no dudaba en destacar que «caerá la máxima responsabilidad y el máximo rigor de la Ley en aquellos que no la cumplan, siempre lo hemos hecho».