«Adán después del pecado» se encuentra en el centro de la iglesia de Santiago el Mayor de Medina del Campo. Miles de personas la han visitado como parte de la nueva entrega de Las Edades del Hombre, cuya muestra «Passio» acaba de ser prorrogada hasta el próximo once de diciembre. Así, los zamoranos y los seguidores de Eduardo Barrón podrán sumarse -junto a los responsables de la exposición- a la conmemoración del centenario de su fallecimiento, que tuvo lugar el 23 de noviembre de 1911.

La prematura muerte del genial escultor de Moraleja del Vino no ha sido impedimento para que, un siglo más tarde, comience a valorarse la calidad de su obra. Ya lo pudieron comprobar los zamoranos el pasado mes de septiembre, cuando el conjunto «Nerón y Séneca» dejó el Prado para trasladarse al Museo de Zamora, donde puede verse desde entonces la obra cumbre del artista en la sala dedicada a los vestigios romanos.

Mientras se ultiman los detalles de la visita de la consejería de Cultura al museo local y los familiares preparan los actos de homenaje en Madrid, el próximo mes de septiembre, «Passio» rinde culto a la primera obra que Barrón realizó en la Academia Española de Bellas Artes de Roma, en el año 1885. El zamorano viajó a la «ciudad eterna» para observar de cerca el trabajo de los clásicos, impresionado por la maestría de la escultura en la civilización romana.

Lo que aprendió lo trasladó rápidamente a sus creaciones. En «Adán después del pecado», aparece el hombre bíblico cabizbajo, pesaroso, arrepentido tras haber mordido la manzana que esconde en el brazo izquierdo. Su rostro también permanece parcialmente oculto por la mano derecha, como muestra de la vergüenza interior. Apuntan los expertos que quizá se inspirara barrón en la popular Creación del Hombre, con la que el pintor Miguel Ángel decoró los excelsos techos de la Capilla Sixtina, sede de los cónclaves cardenalicios en el Vaticano.

La singladura vivida por esta pieza recuerda un tanto a «Nerón y Séneca», cuyo original en escayola nunca encontró su casa en Córdoba y regresó al Museo del Prado, aunque dejó una réplica en bronce en la ciudad de la Mezquita. En el caso de «Adán después del pecado», el original de escayola recubierto por una pátina negra se encuentra expuesto en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, tras haber pasado muchos años en el Ateneo. El centro cultural alberga una copia en bronce desde el año 2003. La reproducción que se encuentra en la iglesia de Medina del Campo forma parte de la colección de piezas de la entidad Caja España, cedida a la Fundación Las Edades en el año del centenario de su autor.

Pronto se sumará otra pieza, «Santa Eulalia ante Daciano», que la Fundación Iberdrola y la Obra Pía de los Santos Lugares acaban de restaurar. Su presentación tendrá lugar el próximo 24 de noviembre, en la Real Basílica de San Francisco el Grande de Madrid.