Un cúmulo de tesón, sacrificio y compromiso con la provincia conquistó ayer el monasterio de Moreruela a través de las siete personalidades, entidades u organizaciones galardonadas con los premios «Tierras de Zamora». En representación de los premiados, Jerónimo Panizo, de Destilerías Panizo, elogió el papel de las empresas asentadas en los pueblos de la provincia «porque garantizan el futuro laboral en el medio rural». El zamorano -que dedicó el premio a sus padres, Jerónimo y Lidia, a los 25 trabajadores en plantilla y a Camarzana de Tera- recordó a la Diputación Provincial la necesidad de «mantener las infraestructuras, facilitar el acceso a las nuevas tecnologías y reducir la burocracia», planteó en nombre de los empresarios de la provincia. El empresario reconoció «la excelente iniciativa de la institución provincial» con la puesta en marcha de polígonos industriales en las principales cabeceras de comarca, un medida «que contribuye a generar empleo y riqueza en nuestros pueblos».

Junto a él, el presidente del Instituto de Estudios Zamoranos «Florián de Ocampo», Pedro García, puso voz a los premiados sin obviar «el significado de Moreruela, lo que nos enseñaron los monjes y la transmisión de su estética a dos procesiones de Zamora como son la Buena Muerte y el Espíritu Santo». García recalcó «el carácter local y la visión aperturista y generalista» del IEZ, formado por 262 socios «plurales e interdisciplinares», con más de 226 libros publicados y una bibliografía de más de 16.000 ejemplares.