El proyectil hallado la tarde del sábado en la margen izquierda del río no ha estado allí desde el fin de la Guerra Civil. Así al menos lo sospecha la Policía Nacional, desplazada hasta el lugar de los hechos, que investiga ahora la posibilidad «de que alguien lo tirara al río para deshacerse del explosivo», sostiene la subdelegada del Gobierno en Zamora, Pilar de la Higuera, aunque advierte que también se trabaja con la hipótesis de que el artefacto llegara hasta la orilla cercana a la playa de los Pelambres arrastrado por la corriente.

Ante la posibilidad de una detonación en el lugar del hallazgo, la subdelegada afirma que se tomaron todas las medidas de seguridad y que los ciudadanos «estuvieron en todo momento protegidos y a salvo de cualquier contratiempo gracias al cordón de seguridad que se habilitó hasta que se concluyó que no había peligro», concretó de la Higuera. Aún así, los expertos desconocen la potencia de detonación que tiene el proyectil encontrado por un pescador en la margen izquierda. «En las condiciones que se encontraba y después del tiempo que ha transcurrido, no podemos saber si puede causar una detonación importante», asegura la subdelegada.

El hecho, que califican de «aislado», requirió la presencia de un agente de un Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax), que llegó minutos más tarde desde Valladolid, donde está ahora el artefacto de 35 centímetros de longitud para continuar con la investigación.

Tomados los primeros datos del proyectil, la Policía constata «al 95%» que se trata de un artefacto que data de la Guerra Civil española, aunque aseguran que «no es tan fácil tener un artefacto de estas características, ya que el control que se hace es exhaustivo», según explica Pilar de la Higuera, que indica que «incluso con los explosivos que se utilizan para la construcción del AVE se mantienen bajo todo tipo de medidas de control».

El hallazgo también hizo necesaria la utilización de una manta protectora, donde se transportó el proyectil hasta el vehículo oficial que se llevó de la zona el artefacto explosivo, devolviendo la normalidad al paseo, la carretera, y la zona de baño y pesca de la margen izquierda del río Duero a su paso por la capital. Desde la Subdelegación no recuerdan un caso similar de hallazgo de explosivos en Zamora, aunque la subdelegada recomienda que, de toparse con uno, «lo mejor es no tocar nada y llamar a la Policía», afirma.