La Negra, Ramón, El turco y El Abuelo, los gigantes de Zamora, «son obra exclusiva» del escultor y pintor zamorano Ramón Abrantes y no un trabajo hecho sobre los elaborados en junio de 1885 por el también artista de la tierra Ramón Álvarez, como se venía creyendo. Así lo confirman los nuevos datos conseguidos en la reciente restauración de La Negra, explica el presidente de la Asociación Tradición y Música Popular, Fabio Morchón, trabajo que acredita que los cuatro gigantes de la capital que volvieron a salir a la calle en 1954 son de Abrantes, «similares pero no iguales» a los de Álvarez.

Y son los restos de periódicos fechados el 19 de julio de 1952, hallados entre los elementos que el escultor y pintor utilizó para realizar la cabeza de la popular figura, los que vienen a ratificar que «los gigantes se han hecho siempre a imagen de los primeros», pero que los que ahora disfrutan los ciudadanos salieron de las manos de Abrantes.

Estas cuatro imágenes tornaron a las calles en el año 1954 —retiradas durante un largo periodo de su habitual desfile en fechas señaladas, como en el Corpus Cristi—, construidas por el artista fallecido en 2006 en la capital y «no sobre trazos viejos de las de Ramón Álvarez», lo que explicaría que sean «muy iguales», aunque ahora se sabe que no son los mismos, puntualiza Morchón. El trabajo realizado por el restaurador Raúl Mosquera ha hecho posible este descubrimiento, una intervención que se decidió después de que la conocida figura cayera al suelo en la ciudad portuguesa de Braga, durante en junio, durante el XXII Encuentro Internacional de Gigantes y Cabezudos, y se rompieran las fechas que lleva a la espalda y el recipiente donde van colocadas. Al tener que reparar esos elementos «decidimos acometer una restauración total», lo que ha despejado las dudas sobre «si las cabezas eran nuevas, elaboradas por Abrantes. Creemos que los restos de periódico mezclados con la escayola son una evidencia de que sí». También se llegó a pensar que en la reconstrucción de los gigantes había participado la Escuela de Artes y Oficios, hipótesis que también parece descartada. Cuando las cuatro imágenes llegaron hasta Abrantes, «estaban muy deteriorados», lo que justificaría que el escultor decidiera crearlas de nuevo, aunque sin perder de vista las que Ramón Álvarez dejó a la ciudad.

Raúl Mosquera, a quien Tradición y Música «agradecemos su colaboración porque siempre nos cobra menos de lo que cuesta su trabajo, que ha sido muy bueno». En esta ocasión, sólo 500 euros por la recomposición de La Negra, concluida el viernes pasado, agregaba Fabio Morchón. De hecho, ayer la Asociación concluía el montaje de la figura en el antiguo laboratorio municipal, ubicado en los jardines de El Castillo, lista ya para participar el 6 de agosto en los actos previstos en Camarzana de Tera.

Tradición y Música Popular se hizo cargo de estas figuras de cuatro metros de altura para recuperarlas y devolverlas a las calles en 1995, con la restitución de sus armazones y los vestidos. Desde entonces asume la conservación, cuyo coste oscila entre los 1.500 y 3.500 euros, cantidad esta última que hubo que desembolsar por la restauración de las manos de todos los gigantes.

La Asociación también recuperó las cuatro gigantillas, si bien en este caso hubo de sufragarse la réplica de las mismas, dado el gran deterioro de las originales, que tiene en depósito y que custodia en la actualidad.