S. Arizaga

Aunque no se encuentran entre los acreedores a los que Cetragran debía más dinero (a Caja Rural la adeuda 5,5 millones de euros de una hipoteca suscrita en diciembre de 2008), la Agencia Tributaria reclama más de 180.000 euros por no cumplir con el abono de impuestos, mientras que la Tesorería de la Seguridad Social está pendiente de recibir 116.000 euros, de los que la mayor parte, 75.000 euros, fueron acumulados desde que anunció el concurso en junio de 2009 hasta ahora. Los 41.000 restantes que no ingresó fueron acumulados la fecha en que presenta la quiebra por eludir las cuotas correspondientes por su docena de empleados.

En la Junta de Acreedores se encontraban ayer el Abogado del Estado y el letrado de la Seguridad Social para defender los intereses de la Administración; el abogado de Caja Rural; y el de CC OO en representación de seis de los trabajadores de la sociedad, a los que todavía se les adeuda algunas cantidades pequeñas relativas a las indemnizaciones y salarios.

Existen otros 200.000 euros de deuda que la empresa generó mientras estaba ya en el procedimiento concursal, cuantías que se pagan de inmediato una vez liquidados los bienes de la empresa que está en tal situación jurídica, explicaron fuentes implicadas en el mismo.

Por lo demás, al margen de la deuda ordinaria, la más abultada, los 11.158.000 euros con proveedores y clientes, el Juzgado de lo Mercantil tiene que resolver sobre los 4.400.000 euros relativos a créditos con privilegio especial (por ejemplo, las cuantías comprometidas con bancos u otras entidades financieras en hipotecas que Cetragran no llegó a saldar); y otros 225.000 euros de crédito con privilegio general (por abonar a trabajadores, Agencia Tributaria o Seguridad Social).

Poco antes de presentar el concurso, en junio de 2009, Cetragran efectúa importantes pedidos a proveedores que nunca fueron pagados, por un importe aproximado del millón de euros, motivo por el que cinco empresas mantienen una denuncia contra la sociedad zamorana porque consideran fue una estafa, mediante el timo del nazareno, y que, según una de las sociedades perjudicadas, tendría por objeto cubrir las pérdidas sufridas por los zamoranos tras ser víctima de la sociedad Eurotaif Siglo XXI, radicada en Almería, que le compró cereal por 1,3 millones de euros y nunca llegó abonarlo. También existen acciones judiciales de Cetragran por estafa contra esa firma.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Zamora investiga, además, si los administradores de Cetragran llevaron a cabo la descapitalización de su firma y si para ello incurrieron en el delito de alzamiento de bienes, a fin de preservar su patrimonio antes de que se produjera la quiebra.