Nacido en el seno de una familia socialista, Carlos Hernández, que acaba de cumplir cincuenta años, digiere unos resultados electorales que le han provocado «decepción», pero de los que, dice, no se siente responsable. En la entrevista analiza los comicios, la situación interna que atraviesa el partido y su futuro político.

-Dos concejales menos en el Ayuntamiento de Zamora, pierden un procurador y muchos ayuntamientos de la provincia. ¿De verdad ve algo positivo en los resultados que ha obtenido el PSOE de Zamora en las elecciones municipales y autonómicas?

-Los resultados electorales tienen muchas lecturas. Una primera es que hemos perdido las autonómicas y hemos perdido las municipales en cuanto a número de ayuntamientos. Pero a partir de ahí estoy en la obligación de analizar cosas que también han pasado en estas elecciones. El PP, ha pesar de haber ganado a nivel nacional, pierde casi tres puntos en la provincia, y nosotros mantenemos bastante bien el voto municipal, con las únicas excepciones de la caída del voto en Zamora y en Benavente, que son los núcleos más importantes. La mayor pérdida de voto ha sido en las elecciones autonómicas. Ahí están los datos. Funcionamos mejor en los pequeños municipios que en los núcleos urbanos, que es donde hemos perdido fundamentalmente las elecciones. Habrá que analizar estos datos no para buscar responsabilidades, que también, sino para tratar de poner remedio y llegar a las próximas elecciones en mejores condiciones.

-¿Cómo se le ha quedado el cuerpo al conocer el pacto entre PP e IU en Fuentesaúco?

-Mal. Es innecesario. Nosotros no íbamos a contar con IU en ningún pacto salvo que nos apoyara, que es lo que debería haber hecho. Ya habíamos advertido a IU sobre Tejero. Aunque ellos digan que rechazan el pacto deberían prohibirle utilizar las siglas. Es una persona, y por eso no está en el PSOE, que ha valorado más su posición personal que la posición política del Ayuntamiento. Estaremos vigilantes para ver en qué consiste ese pacto contra natura entre PP y un concejal que aún es edil del PSOE en Fuentesaúco. Es causa de expulsión y de hecho ya está expulsado del partido.

-¿Pone la mano en el fuego porque no vamos a ver un pacto entre PSOE y PP en algún ayuntamiento de la provincia?

-En todos los ayuntamientos donde podamos formar mayorías para que no gobierne el PP lo vamos a hacer, y es lo que se está haciendo en todo. Si se produjera alguna situación de ese tipo sería personal y no política. Hay 269 ayuntamientos y es difícil controlar a todo el mundo, pero yo creo que los compañeros van a respetar las instrucciones emitidas no sólo desde Zamora sino a nivel federal. Queremos mayorías que sean una alternativa a la hegemonía del PP en esta provincia.

-Dados los resultados en la capital, ¿cree que los electores han valorado la oposición de IU en el Ayuntamiento y castigado la suya?

-No. Yo me presenté a unas elecciones municipales y asumí los resultados sin hablar del mandato anterior. Pienso que ha sido un periodo complicado, porque hemos tenido mayorías y minorías en la oposición totalmente oscilantes. En los grandes temas Adeiza ha apoyado al equipo de Gobierno. Pero estoy satisfecho de la oposición que hemos hecho hecho.

-Zapatero ha adelantado su retirada para dar opción en principio a Rubalcaba, aunque se decidirá en primarias. ¿Cuándo va a abrir la puerta al relevo Carlos Hernández?

-Yo de cargos públicos estoy relevado porque esa puerta se abrió hace ya un tiempo. Como secretario del partido, por estatutos, hay que celebrar un congreso cada cuatro años. Primero vendrá el congreso federal, luego el regional y luego el provincial. Yo me he comprometido con los compañeros y con la ejecutiva a mantenernos hasta el próximo congreso.

-¿Con todo lo que le ha caído encima, y con una crisis interna como la que evidenció el proceso de elaboración de listas, ¿no ha tenido tentación de tirar la toalla?

-Sí. Yo he vivido unos momentos personalmente duros y he tenido esa tentación, pero un partido con más de 130 años de historia está por encima de personas que adoptan decisiones y actitudes criticables e inexplicables. Yo me debo a los compañeros y para mí es un orgullo ver cómo se trabaja en esta provincia y en sus ayuntamientos, sin ningún tipo de retribución y con problemas personales, porque enfrentarse al PP en territorio rural no es fácil. Tenemos a gente con mucho valor y eso es lo que me importa. Yo me he comprometido cuatro años con mi partido como secretario provincial y los voy a cumplir.

-¿Descarta adelantar la elección del nuevo secretario?

-Queda un año y en política un año es una eternidad. Yo cumplo mi compromiso. Estoy satisfecho del trabajo que se ha realizado en el PSOE a nivel interno, desencantado con los resultados obtenidos a nivel provincial, fundamentalmente en las ciudades y en las autonómicas, pero no me siento responsable.

-¿Se arrepiente de haberse presentado a las primarias en las que se hizo con las riendas del partido y haber abandonado la Subdelegación del Gobierno?

-No. Yo estoy agradecido a mi experiencia política hasta ahora. Fui subdelegado del Gobierno porque soy militante desde hace muchos años, y cuando el partido me ha pedido algo lo único que he hecho es corresponder a todo eso que me ha dado. No tuve ninguna duda. Ha sido una buena experiencia. Me comprometí a terminar fuera cual fuera el resultado y he cumplido mi palabra.

-Ya han pasado las elecciones, dentro de poco se constituirán los ayuntamientos y la Diputación, y supongo que llega el momento de que el PSOE mire hacia dentro para analizar sus problemas internos.

-Lo estamos haciendo. Nosotros estamos analizando resultados. Hemos perdido pocos de los ayuntamientos en los que hemos gobernado los últimos cuatro años, y eso es porque nuestros alcaldes lo han hecho bien. Esos deberes los estamos haciendo. Ahora tenemos otra prioridad que es el proceso de primarias a nivel general. Una vez tengamos un candidato haremos los comités regionales, donde se pedirán responsabilidades regionales, y los provinciales donde se pedirán las provinciales. Terminaremos con las asambleas locales. Hay que ir por partes: del mayor problema a los problemas menores.