El deán de la Catedral, Juan González, presidió ayer la misa del Miércoles de Ceniza, aunque inicialmente estaba previsto que la celebrara el obispo de la Diócesis, Gregorio Martínez Sacristán, quien se encontró «algo indispuesto», según indicaron fuentes del Obispado que confirmaron que el mitrado sí asistió a los actos previstos dentro de su visita pastoral a Tierra del Vino. En su homilía el deán aludió a que la Cuaresma es «una apertura a Dios por la oración, una apertura a los demás y de ayuno como símbolo de control».