Satisfecho con el trabajo realizado por sus alumnos, el director de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora, César Isidro García, desentraña la exposición que hasta finales de mayo se podrá visitar en el Museo Etnográfico.

-¿Cómo surge la oportunidad de trabajar con otra escuela en un proyecto conjunto?

-La iniciativa nace de la necesidad de colaborar con otros centros y con otros puntos de vista diferentes que aportan metodología y experiencias a nuestros alumnos. Se pensó en la Escuela de Arte Número 2 de Madrid porque tiene una trayectoria bastante consolidada en el mundo de la moda y podía ser interesante que nuestros alumnos, tanto de Interiores como del ciclo formativo de Gráfica o Escultura, aportaran su visión.

-El proyecto ARCE, del ministerio de Educación, ha sido primordial a la hora de desarrollar esta colaboración.

-Se trata de un programa bianual cuyo resultado son todos estos objetos que están ahora aquí reunidos. El ministerio ayudaba además con 16.000 euros para que las dos escuelas participantes pudieran desarrollar sus ideas.

-¿La Escuela de Arte se siente arropada por las instituciones?

-Siempre hemos tenido el apoyo de la Dirección Provincial de Educación, que nos ha empujado a colaborar en todas las iniciativas que salen; siempre ha estado ahí. Además, en este caso particular, el Museo Etnográfico de Castilla y León también ha apostado por nosotros en cuando hemos llamado a su puerta.

-¿Les sorprendió que su proyecto fuera uno de los elegidos?

-Es una convocatoria a nivel nacional en la que se presentan muchos proyectos, la mayoría centrados en aspectos de centros educativos más de enseñanzas regladas. Nuestra propuesta fue la única escuela que consiguió, junto con la de Madrid, este proyecto de carácter artístico.

-¿Cómo se ideó este original espacio para albergar los elementos de la Escuela de Arte Número 2 de Madrid?

-Lo que se decidió fue crear una imagen, una marca a través del tema central, la trama. Por eso está todo lleno de elementos tramados, con la base de observar cómo hay un punto de vista diferente cuando las cosas cambian de escala, ya sean materiales o texturas. Por eso hemos organizado una gran trama y vestido la sala mediante diferentes colores y dos grandes trajes que, más que un cuerpo, visten todo un espacio.

-¿Por qué se eligió un tema tan abstracto como la trama?

-Surgió porque la escuela de Madrid viene trabajando en el textil, que es trama y urdimbre. Se pensó así que los alumnos de Zamora hicieran una imagen de marca. La trama da mucho juego y hay que encontrarle todo el sentido y aprender a jugar con el espacio.

-¿Qué significa exponer en el Museo Etnográfico?

-Nos ha servido para que nuestros alumnos realicen unas prácticas, porque es más complicado hablar de espacios en un aula. De esta manera han podido desarrollar un proyecto interdisciplinar y colaborar con otras instituciones.

-¿Los alumnos se implican con este tipo de proyectos?

-Son magníficos. Realmente son ellos los que han hecho el proyecto, nosotros simplemente hemos sido los guías. Le hemos pedido una mayor implicación y siempre reaccionan bien.

-¿Esta exposición sorprenderá al visitante?

-Es cierto que es algo inusual en el Etnográfico, pero es un museo que siempre ha estado abierto a las nuevas tendencias y el arte contemporáneo. Creo que nace una unión muy interesante y Carlos Piñel, el director, está confiando en ello. El espectador se sorprenderá sobre todo por el espacio, porque hemos modificado la configuración, es más complicado, con muchos entrantes y salientes y una lectura diferente.