«Una verdadera sorpresa». Así definen los restauradores de las pinturas murales de la ermita de Los Remedios la recuperación de las obras ocultas en las cuatro pechinas del templo, deterioradas de forma «alarmante» por los problemas en la cubierta y las filtraciones de agua. Dos de ellas fueron confeccionadas por el maestro y «las otras dos puede que las hiciera un aprendiz», señalan los responsables del proyecto, que subrayan la «excelente calidad» de unas pinturas que retratan a los llamados «Padres de la Iglesia», con las representaciones de San Jerónimo, San Ambrosio de Milán, San Agustín de Hipona y San Gregorio Magno.

Mientras el menudo templo de Los Remedios permanece cerrado, las extraordinarias pinturas pueden verse en un sitio web (www.muralesdelosremedios.com), creado por los propios restauradores como parte del proyecto llevado a cabo por el programa cultural «Zamora Románica». En el portal, el navegante encontrará información sobre el estado de las pinturas o el proceso de recuperación, así como la iconografía o el barroco, estilo artístico al que responden los trabajos. La galería le ayudará a vislumbrar las diferencias entre el antes y el después de la restauración y, por último, una proyección en 360 grados trasladará al visitante virtual al interior de la misma iglesia.

«Lo primero que nos llamó la atención fue la calidad de las pinturas, que eran bastante mejores de lo que preveíamos», explica Iván José López, uno de los integrantes del equipo de restauración que han rescatado las pinturas murales de Los Remedios. Dos artistas anónimos se encargaron de dar vida a los cuatro personajes que aparecen en las pechinas -elemento arquitectónico que remata el encuentro entre la cúpula y la parte inferior-, aunque «mientras uno de ellos era el maestro, el otro pudo ser más bien un aprendiz, ya que se percibe una gran diferencia entre las dos obras», añade López. Y en efecto, las pinturas más visibles son las de mejor factura, mientras que el resto figuran en lugares más escondidos.

Lo más complicado en todo el proceso fue la eliminación del repinte que solapaba estas obras, deudoras de una de las dos corrientes del Siglo de Oro español, en el que prima el colorido frente al tenebrismo precedente. «En algunos casos hemos tenido que ir poco a poco y nos hemos encontrado enormes lagunas en algunas partes de los muros», asevera Iván José López, quien llevó a cabo el trabajo junto con Diana Álvarez y Ana Prieto Martín, directora de la actuación.

Las humedades llevaron a cubrir en sucesivas ocasiones las grietas, uno de los principales causantes del deterioro junto a la humedad. Pero libre de añadidos, la pintura estaba lista para ser completada. «Nosotros no utilizamos pincel para pintar sobre las obras, sino que el trabajo se ha hecho a base de rayas juntas», apuntan los responsables. La justificación es bien sencilla: «Si dentro de unos años hay un nuevo proceso de restauración, los técnicos podrán percibir sin problema cuál es la obra original y qué es lo que ha añadido la propia restauración». De hecho, este aspecto no se percibe a simple vista, pero si se observan los dibujos de cerca aparecen las rayas. Es lo que los restauradores definen como «código».

La última parte del trabajo fue, precisamente, reflejar el procedimiento completo en la web. «Habíamos abierto ya un blog sobre restauración y nos dimos cuenta que llegábamos a mucha gente», explica López, por lo que se decidieron a plasmar mediante imágenes y textos un diario del proyecto que ahora puede consultar por cualquier interesado.

Es precisamente esta herramienta virtual la que permite dar a conocer los detalles de esta obra barroca, y de algunos detalles que describen las escenas, como es el «claro sentido de movimiento, energía y tensión» que acompaña las representaciones, donde aparecen «sentimientos interiores, pasiones y temperamentos». Puede conocerse, asimismo, la técnica empleada al detalle que en este caso se trata del óleo directamente aplicado sobre el muro.

Por último y para quien no haya tenido la oportunidad de entrar en la ermita, la proyección virtual de 360 grados permite tener un conocimiento detallado del estado actual del templo tras la restauración acometida por «Zamora Románica», que no se ha limitado a la recuperación de las pinturas murales, sino que ha dejado a la luz la antigua estructura de la cubierta, así como dibujos de la consagración del templo, así como una rampa para la mejora de la accesibilidad.

La web «www.muralesdelosremedios.com» refleja a través de su galería el estado original de las pinturas y el resultado final después de aplicar los procedimientos de restauración.