Decenas de hermanos del «Espíritu Santo» participaron en la tarde de ayer en la fiesta anual de la hermandad, con una eucaristía que tuvo que ser celebrada en las escuelas, al no poder acceder todavía al templo del barrio, cuyas obras aún no han finalizado. Después, todos compartieron el habitual refresco en el huerto de la iglesia.