El hallazgo de los restos del posible artesonado de la iglesia de Santa María la Nueva ha supuesto una verdadera sorpresa para el equipo del programa cultural «Zamora Románica», que se dispone a acometer su recuperación para devolver las piezas al lugar en el que fueron encontradas. Los trabajos de recuperación de la cubierta del templo románico -que se encontraban en franco deterioro- alargaron las obras, pero también han puesto al descubierto una serie de estructuras que podrían ayudar a conocer mejor la evolución de la iglesia.

Tal y como afirma el equipo de «Zamora Románica», si los restos de este antiguo artesonado «pertenecen a Santa María, constituirían un testimonio único que nos ayudaría a aproximarnos a la reforma acometida tras la Edad Media». Es preciso recordar que, tal y como semeja desde el exterior, el templo constaba de tres naves independientes y paso a tener una sola, en la que se hizo la gran bóveda de lunetos que hoy la cubre.

Las estructuras identificadas por el programa cultural se hallan en la actualidad en la Fundación Rei Afonso Henriques, sede de la oficina técnica. Allí esperan su recuperación, que ya dispone de un proyecto concreto.

Una de las principales curiosidades procede de la ubicación del propio artesonado, que formaba parte de la estructura de cubierta cuando en realidad habría de tener una función puramente ornamental. Una vez que estén recuperadas, las vigas podrían volver al lugar de origen respetando su fin decorativo.

Los técnicos han destacado el «mal estado» de conservación de los restos, así como la presencia de «varias estructuras de cubierta con presencia de fibrocemento». La más reciente de ellas, una estructura auxiliar metálica, fue instalada a finales de los setenta por José Antonio Arenillas Asín, que se apoyaba sobre otra de madera, compuesta por pares y correas.

Ahí precisamente es donde se han localizado el posible artesonado, fechado en la segunda mitad del siglo XIV. En concreto, se trata de dos grandes vigas o tirantes, con decoración geométrica y figurada en varias caras. Dragones y centauros son algunos de los dibujos que lucen. Asimismo, fueron recuperados diversos canes, tapas y piezas que podrían pertenecer a los aliceres con similares ornatos.