Con galletas de distintos sabores, y no con vino realizarán los escolares las catas pensadas para distinguir el salado, dulce, amargo y ácido. Precisamente, el hecho de saber distinguir los sabores es una de las actividades que los más pequeños desarrollarán en la bodega zamorana. A través de un díptico que se les entregará a la llegada, los niños, guiados por el oso Osendo, tendrán que recorrer la ruta del vino, y saber la diferencia entre las distintas uvas de la D.O Toro, su tacto, su sabor, su aroma o su color.

La visita, precedida por un vídeo explicativo del proceso de vinificación, está pensada para que dure alrededor de una hora y media, tiempo en el que los escolares además de aprender, «tienen tiempo para jugar, y disfrutar del paisaje, que es de lo que más les impacta de toda la visita», explica el gerente de Bodegas Valbusenda, Mateo García. La visita, totalmente gratuita para los centros escolares, estará guiada por un monitor especializado en temas de vino, «aunque también tenemos pensado coordinarnos con los distintos colegios para configurar la jornada», indica el gerente de la empresa bodeguera.

No es la primera vez que escolares de la región visitan la empresa zamorana, «eran los centros los que se ponían en contacto con nosotros, pero para ver la bodega, porque no teníamos organizado nada específico para los estudiantes», asegura Mateo García. Las jornadas en el jardín ampelográfico están pensadas para alumnos de Secundaria. Un proyecto social apto para todos los públicos.