Con más de quince millones de euros fue premiado ayer el único boleto con seis aciertos en el sorteo de la Lotería Primitiva sellado en un restaurante de la capital ubicado en el barrio de Los Bloques, el bar «Oasis», que fue el que llevó la suerte a algún afortunado aún por localizar.

El boleto, que acertó la combinación ganadora compuesta por los números 6, 10, 21, 36, 44 y 48, fue el único de primera categoría del sorteo del pasado sábado de la Primitiva cuyo propietario recibirá un premio de 15.224.182,68 euros.

Se da la circunstancia de que el bar-restaurante agraciado cuenta en sus instalaciones con un hostal donde «duerme cada día un importante número de trabajadores de otros puntos del país que realizan obras en Zamora», de modo que la autoría del premio es a día de hoy el gran misterio sobre el que se preguntan todos los vecinos de Los Bloques tras conocer los números sacados a la luz por el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado.

En el bar agraciado, ayer todo eran rumores en torno a la persona en la que recayó el jugoso premio, el más valioso de toda la historia de la lotería en la provincia de Zamora que, hasta el momento, sólo se había beneficiado de premios menores.

Una de las trabajadoras del establecimiento hostelero en el que se selló el boleto, Leticia Gavilán, se encontraba todavía «sorprendida» por la noticia. La «buena nueva» fue comunicada durante la mañana de ayer al propietario del local, desconocedor de la suerte propagada pese a que el premio fue hecho oficial el pasado sábado por la noche, al contar con un bote acumulado de varias semanas.

El establecimiento es el único del perímetro del popular barrio de Los Bloques que cuenta con administración de Lotería hasta el punto de que «en torno a un millar de personas a la semana sellan en este local su lotería», indica la camarera que, a su vez, confía en que «la suerte haya llegado a alguien del barrio o a algún grupo de amigos de la zona para repartir el premio y que así no vaya a parar solo a una persona».

El bar «Oasis», un negocio familiar, lleva más de 35 años abierto y una década dedicada a recibir quinielas y otros juegos de apuestas del Estado. Hasta el momento, el establecimiento había repartido otros premios menores pero en ningún caso de la valía del galardón en cuestión. Durante el pasado 2006, el restaurante entregó 5.000 y 12.000 euros en el sorteo del Euromillón, si bien la cuantía económica del premio multiplica con creces la cantidad que ahora aparece en escena.

Pese a la manida crisis que trae de cabeza a los bolsillos de todos los trabajadores, «el caso es que en la lotería nosotros no hemos notado ni una baja porque todas las semanas suele pasar por aquí el mismo número de personas a intentar que sus números sean los ganadores», explica la dependienta.