Los libreros presentes en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, que ayer cerró sus puertas en la zona de La Marina, reclaman al Ayuntamiento de Zamora una ubicación situada más en el centro de la ciudad para la siguiente edición. Entre los puntos barajados por los representantes del sector destacan la plaza de Constitución o bien debajo de la pérgola situada en la plaza de Castilla y León.

«Nuestras ventas se producen fundamentalmente entre el público que se topa con nosotros y el punto donde nos han situado en esta ocasión no es muy transitado, ya que el día que más personas han pasado han sido alrededor de unas 300», señala el librero José Luis de Quis, mientras que su compañero de gremio, Antonio Pariente, defiende: «el libro necesita estar situado en lugares con gran afluencia de público».

El librero José Luis Alonso que se cuestiona repetir en la próxima cita, puesto que «tenemos que hacer frente a unos elevados gastos fijos, sabemos que las administraciones no nos pueden subvencionar pero nos pueden facilitar una buena instalación en la ciudad como alguna plaza en la que tampoco molestemos a los comerciantes».

Tras unos primeros días muy flojos, a decir de los comerciantes, finalmente la feria se ha saldado con un descenso de las ventas que supera el 15% y en algunos casos roza el 30% con respecto a los resultados obtenidos en 2009. Entre los motivos, además de la localización de las casetas, los profesionales apuntan, principalmente, a la crisis. «La gente tiene miedo a consumir», «se piensan más las compras, pese a tratarse de pequeños desembolsos», comenta Antonio Pariente. Ivo Iglesias, que acudía por primera vez a la muestra de Zamora, atestigua que «las adquisiciones de libros y revistas han sido bastante flojas, aunque creo que repetiré».