La publicación del último libro del científico Stephen Hawking, «El Gran Diseño», donde la física moderna excluye la posibilidad de que fuera realmente Dios el creador del universo, ha vuelto a abrir el debate sobre este asunto entre la comunidad religiosa. Desde este sector se afirma que hay que saber separar lo científico de lo religioso.

El obispo de Zamora, Gregorio Sacristán, no se sorprende de esta afirmación. «No es la primera vez que ese señor dice lo que dice porque tiene un concepto muy ateo de la vida, que puede ser muy respetable para él». Sin embargo, las creencias de los cristianos son muy distintas. «Nosotros tenemos un concepto que implica que venimos de Dios y que Dios es el creador de todas las cosas», recuerda.

Francisco García, profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca y organizador de las XLIII Jornadas de Teología que se desarrollan estos días en la capital, considera que la teoría de Hawking se basa «en que nadie puede demostrar la existencia de Dios y por ello no existe. Pero la ciencia sólo funciona con lo que puede tocar y eso nunca puede ser Dios, sino algo que pertenece a este mundo», explica el profesor.

Para García, la ciencia «a medida que progresa, se da cuenta de que el mundo es más grande, más extenso y admirable. Pero siempre se va a topar con el mundo, nunca con Dios, porque la ciencia es un estudio de la realidad».

De igual manera opina el decano de la facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, Gonzalo Tejerina, quien considera que «científicamente, es imposible hacer esa afirmación. La ciencia no tiene competencias sobre problemas que van más allá de lo empírico, de forma que me parece un verdadero abuso epistemológico afirmar en nombre de la ciencia y el conocimiento empírico la existencia de Dios». Por su parte, el profesor de la facultad de Filosofía de las Islas Baleares, Gabriel Amengual, quien inauguró ayer las ponencias de las Jornadas de Teología, recordó a este respecto que «antes se criticaba a los teólogos porque se metían en asuntos de ciencia, pero ahora son ellos quienes están traspasando sus límites. Tienen un ego tan grande, porque todo va a su favor, que parece que tienen que dogmatizar todo».

Para el sacerdote José Alberto Sutil, es curioso «que algunos de sus propios compañeros se hayan lanzado a contestar al propio Hawking porque no opinan lo mismo» y considera «muy positivo» que se haya abierto un debate sobre este tema.

Por otro lado, la religiosa Isabel Andrés reconoce que ella descubre precisamente a Dios en el mundo, «cada atardecer, mirando la naturaleza, es ahí donde Él me habla», aunque el científico inglés diga que no es el creador de todo ello.

A pesar de no estar de acuerdo con las últimas teorías de Hawking, religiosos y expertos coinciden en respetar a todos aquellos que niegan la existencia de Dios. «Los entiendo perfectamente, nadie está obligado a creer», afirma Francisco García. Su compañero Gonzalo Tejerina recuerda que «si hay fe, no hay evidencia, así que la opción no religiosa es posible y respetable, ya que la Iglesia siempre ha insistido en el carácter personal y libre del acto de fe». Por último, el filósofo Gabriel Amengual, reflexiona que la no creencia «es un fenómeno relativamente nuevo en la historia del hombre y quizá los que estén negando a Dios en realidad están buscando lo que nosotros llamamos precisamente Dios».