Los internautas han elegido a tres establecimientos zamoranos entre los mil mejores negocios de 2010 de toda España. El restaurante «Caprichos de Meneses» y la Sala «Berlín», en la capital, junto a «El Ermitaño», en Benavente, representan a la provincia dentro de este listado, elaborado a través de la página 11870.com, que publica por tercer año consecutivo el ránking de las empresas españolas mejor valoradas por 35.000 usuarios.

Para la confección de este catálogo se han tenido en cuenta las valoraciones medias de cada negocio, a los que se les ha otorgado una «nota media». Esta puntuación puede ir de uno a cinco estrellas y sólo se ha premiado a los locales con las valoraciones medias más altas. Los galardonados recibirán un distintivo para hacer visible su reconocimiento.

«Con estos premios queremos dar visibilidad a tantos negocios que en España se esfuerzan día a día por hacer bien las cosas y ganarse la fidelidad y reconocimiento de sus clientes, pero que en muchos casos no tienen capacidad para alcanzar la notoriedad que da una campaña de marketing», explica el consejero delegado de 11870.com, Roberto Heredia. Según detalla, este galardón «también es un buen método para que el negocio pueda tomarle el pulso a lo que sus clientes opinan de él. Seguimos confiando en el poder de la transmisión boca-oreja como la fuente más fiable para descubrir los negocios más interesantes que hay en España».

Los galardones han cogido por sorpresa a los seleccionados zamoranos, que agradecen la confianza depositada por los internautas. «Recibir un premio siempre es un orgullo y es una fórmula más para saber que no lo que estás haciendo mal del todo», asegura el propietario del restaurante «El Ermitaño», Pedro Mario Pérez. En cuanto al uso de Internet, reconoce que «resulta un medio muy interesante para negocios ubicados en el ámbito rural y por eso procuramos participar en foros y aumentar nuestra presencia en la Red». El galardón llega en un año marcado por la crisis, «que nos ha afectado a todos y por eso hay que jugar con la imaginación y agudizar el ingenio», según explica el restaurador. La elaboración de menús especiales a precios más asequibles son algunas de las estrategias a las que ha recurrido el restaurante benaventano para mantener la demanda.

Para la Sala Berlín, otro de los negocios zamoranos distinguidos, «Internet es una herramienta de trabajo diaria», según señala Boris, su propietario. La música alternativa es una de las señas de identidad de este local, por lo que Internet también se convierte en el canal para dar a conocer a los grupos internacionales que forman parte de su programación cultural, también seleccionada entre las cien mejores de Europa recientemente. En cuanto a la repercusión de la crisis, el dueño de esta sala asegura que «no se ha notado en exceso y mantenemos nuestra programación, que de alguna forma sirve a nuestros clientes para evadirse de sus problemas diarios».

Para Alfonso Meneses, propietario del restaurante «Caprichos de Meneses», el distintivo es «una gran satisfacción para saber que lo que hacemos gusta al cliente, que al final es el que siempre te pone en tu sitio». Reconoce que las nuevas tecnologías no son su fuerte y que tiene pendiente el cambio de la página web de su negocio, «aunque es mi hija la que se encarga de todo». En su caso, la crisis también se traduce en «un esfuerzo añadido para seguir pensando en tapas nuevas y originales sin descuidar nuestra oferta habitual».