El conocido como síndrome alcohólico fetal es la única causa prevenible de retraso mental y los bebés afectados pueden presentar determinados rasgos faciales característicos. Fue una de las ideas expuestas ayer en Zamora por Francisco Pascual, el doctor encargado de pronunciar la conferencia nacional conmemorativa del Día Mundial de esta enfermedad. Al salón de actos de La Alhóndiga acudieron, entre otros, los presidentes nacional, regional y provincial de Alcohólicos Rehabilitados, respectivamente Ángel Velasco, Francisco Blasco y Miguel Rojo. De esta organización es precisamente asesor el doctor Pascual, miembro a su vez de la junta de la sociedad científica Sociodrogalcohol.

El ponente señaló que «según los recientes estudios entre un 25 y un 45 por ciento de mujeres españolas siguen consumiendo alcohol durante el embarazo». Uno de cada mil recién nacidos sufre el síndrome y uno de cada cien trastornos alcohólico fetales. Estos producen «alteraciones en el desarrollo neuropsicológico, que afectan a los hijos de madres que han tomado bebidas alcohólicas durante el embarazo y que se pueden manifestar con alteraciones de comportamiento y dificultades de adaptación desde la infancia».

Los trastornos alcohólico fetales son la causa más frecuente de disfunción mental congénita, «que va a persistir durante toda la vida de la persona afectada y suele favorecer además la aparición de otros trastornos psiquiátricos asociados». Las alteraciones del comportamiento pueden iniciarse en la primera infancia, «con elevada impulsividad, déficit de atención, hiperactividad y fracaso escolar». De hecho, «pueden ser diagnosticados de trastorno por déficit de atención con hiperactividad, pero presentan unos trastornos de conducta más graves debido a las mayores dificultades para interpretar la dinámica de las relaciones sociales y también para el procesamiento de las emociones, con importantes déficits en sus habilidades sociales».

Incluso el experto asegura que «pueden actuar mintiendo, robando o haciendo trampas. Pueden ser inducidos a cometer actos contra las normas pro sus compañeros y tienen más posibilidades de acabar en prisión que los compañeros, más hábiles, aunque hayan sido éstos los inductores».

No existe un umbral seguro de consumo de alcohol sin riesgo, es decir, no se puede determinar a partir de qué cantidad de alcohol se pueden ocasionar daños al feto. Por eso «la prevención más eficaz se basa en evitar cualquier consumo de alcohol durante el embarazo». Las mujeres, por tanto, «deberían de dejar de tomar alcohol cuando sepan que pueden estar embarazadas». En caso de que una mujer embarazada no pueda dejar de beber «debería solicitar ayuda urgente en una unidad de conductas adictivas y tener en cuenta que cualquier reducción de consumo de alcohol puede reducir el riesgo para su bebé».

La Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Zamora tiene previsto poner en marcha un programa de charlas informativas para las embarazadas, con el fin de concienciar a las principales interesadas de la necesidad de evitar el alcohol durante la gestación.