Se acabaron las vacaciones de verano, y los más pequeños son los primeros en notar el cambio entre la libertad y la responsabilidad de los deberes y las clases. 11.489 alumnos de Infantil, Primaria y Educación Especial han vuelto a las aulas, y las lágrimas han sido la tónica menos dominante en un ambiente «de absoluta normalidad» en todos los centros de la provincia, según ha señalado el delegado territorial de la Junta en Zamora, Alberto Castro.

El colegio Gonzalo de Berceo de la capital ha sido el escogido por las autoridades educativas de la provincia para presentar el nuevo curso escolar, un centro donde este año ya funciona el programa Red XXI, en el que todos los alumnos de quinto y sexto de Primaria tendrán un portátil individual para seguir las explicaciones del profesor. «La mejor de las noticias es que todas las rutas y todos nuestros alumnos han vuelto a la rutina sin ningún problema, unos con llanto y otros con alegría, pero en el fondo fruto de un esfuerzo de los profesionales de la Dirección Provincial de Educación y de todos los profesores y conductores de ruta que hoy han vuelto también a clase», añadió el delegado.

A pesar de ser el primer día en que muchos pequeños alumnos llegaban a las aulas zamoranas, los llantos no han resonado con la intensidad que se preveía, «yo quería venir al cole y jugar», aseguraba uno de los pequeños del centro «Gonzalo de Berceo» de la capital. El resto, los que ya saben lo que se van a encontrar a partir del inicio de las clases, están de acuerdo con regresar a las aulas, aunque han reconocido que «me han tenido que despertar», explicaban varios estudiantes al delegado territorial, que se interesaba por el primer día de clase de los primeros alumnos que inauguraban los colegios de la provincia.

Las obras que durante este verano han mejorado el aspecto, la seguridad y la calidad de los centros escolares de la provincia han tocado fin con la llegada del primer día de clase. No así las que por su tamaño aún siguen ejecutándose, como «el comedor de Monfarracinos y las obras del colegio Juan XXIII de la capital. Son trabajos que ya estaba pensado que se iban a prolongar en el tiempo», explicó Alberto Castro en su visita al colegio Gonzalo de Berceo.

El delegado ha señalado que parte de las 50 obras que se planificaron para este verano «algunas han terminado y otras, que según estaba planificado, no». Castro ha subrayado el «gran esfuerzo de coordinación de la Dirección Provincial y los ayuntamientos, que con sus recursos han hecho las pequeñas reparaciones que eran necesarias y además han terminado en el plazo estipulado», explicó Alberto Castro.

Con llantos, alegrías y los nuevos libros y cuadernos en la mochila, los zamoranos más pequeños han pisado las aulas con paso decidido para emprender con ganas la aventura del saber.