Fueron elegidos entre más de 500 solicitudes y son los únicos zamoranos que participan en la segunda edición de «Red Bull Autos Locos», la original carrera de vehículos donde la imaginación juega un papel importante, ya que los equipos tienen que construir sus propias máquinas. Eso sí, sin ningún sistema motriz. «El coche no puede tener ni motor ni pedales, sino que se tiene que mover por inercia», explica Alfredo Prieto, uno de los integrantes del «Red Bull Xiguiri Team Burganes», nombre del equipo con el que participan en esta prueba, que se celebra en Vigo el próximo 19 de septiembre.

Alfredo, junto con sus amigos Antonio Ruiz, Rubén Gutiérrez, David Luis, Benjamín González y Jesús de la Vega, tendrán que competir con equipos de Pontevedra, los más numerosos por celebrarse la carrera en su tierra, Cádiz, Barcelona, Zaragoza, Málaga, Tarragona, Madrid, Cáceres o Guadalajara, que han diseñado desde zapatos con alas hasta pulpos. Los zamoranos, que viven en Burganes de Valverde, participan con un coche que simula una gran bujía.

Casi tres meses han estado trabajando en su proyecto, desde que comenzaron el pasado 1 de julio. «Lo que más problemas nos dieron fueron las ruedas, que finalmente elegimos unas de mini moto, y los frenos. La dirección es toda artesanal, hecha con tubos de distintos diámetros, y la estructura es de hierro, recubierta con una malla metálica», enumera Alfredo.

Para dar forma al vehículo, la carrocería está hecha con capas y capas de papel y cola blanca, «que al final se endurecen y parece chapa», explica. Alerones de madera, volante y rótulas de la dirección rescatadas de un viejo Citroën AX y una bocina musical con diferentes melodías completan este auto loco con denominación zamorana.

Pero no sólo cuenta la creatividad en este concurso. Aunque puntúa, también hay que añadirle la velocidad que alcance el vehículo, finalizar con éxito la carrera y la puesta en escena en la presentación del coche, segundos antes de lanzarse, nunca mejor dicho, al circuito vigués. Por ahora, todas las pruebas que están haciendo en Burganes parecen satisfactorias. «El único problema que hay es que tengamos mala suerte y nos vayamos en alguna curva. Hay que intentar llegar hasta la meta para poder puntuar, pero a saberse cuántos lo consiguen ese día», comenta con una sonrisa.

El primer premio es todo un sueño para este grupo de amigos aficionados a los coches y las motos: un fin de semana en Sao Paulo, viviendo en directo el espectáculo de la Fórmula 1 y pudiendo visitar los boxes de la escudería de Red Bull Racing. «Lo de Brasil es la meta, porque nos gusta mucho a todos el automovilismo», reconoce Alfredo, aunque también señala que «lo principal es lo bien que nos lo estamos pasando en estas semanas».