Aunque es más conocida por su faceta de ceramista, Marisa Vergara fue la encargada de realizar la demostración del grabado artesanal en la muestra de Balborraz.

- ¿La gente valora más el trabajo artesano si lo ve hacer en vivo, como es este caso?

-Creo que sí, aunque esto es sólo una pequeña demostración y lo traemos casi todo preparado, con una muestra de todas las imágenes que puedes lograr con esta técnica.

-Para este trabajo se utiliza un aparato muy singular, el tórculo.

-Se trata de un instrumento que sirve exclusivamente para estampar, una vez que tienes la imagen realizada en una plancha, ya sea de linóleo, acetato, zinc, cobre u otro material. Se compone de dos cilindros y se encarga de transmitir la presión del papel, que debe estar humedecido para que se tinte bien, sobre la plancha.

-¿Qué pueden demostrar los artistas mediante esta técnica?

-Lo primero de todo, saber transmitir el oficio, porque tienes que saber hacerlo bien, y después tener la capacidad de saber reproducir las imágenes y saber llevarlas a este tipo de técnicas.

-¿Se ha sabido adaptar a los tiempos el grabado?

-Creo que es una técnica muy antigua, pero que ha ido evolucionando con el paso del tiempo.

-¿Qué hace una ceramista como usted metida en el mundo del grabado?

-Es cierto que la cerámica es mi principal inquietud, pero el grabado para mí es un complemento para mi forma de expresión. Es un oficio que no domino, pero sí me gusta practicarlo.

-¿Qué le parece esta iniciativa de dinamizar la calle Balborraz a través de la artesanía?

-Es algo estupendo, que espero que empiece antes el próximo año y que atraiga a muchos más artesanos. Además, es positivo también para los zamoranos, para que sepan que estamos aquí. Por último, este mercado es un escaparate importante para los artesanos.