-¿Tiene pensado hacer alguno de sus próximos trabajos ambientados en la comarca de Sayago?

-Hace unos años empecé a escribir una novela que se ubicaba en esa zona, pero la dejé a medias, la guarde en un cajón, pero nunca se sabe, depende del animo con el que un día me encuentre, aunque allí realmente estuve pocos años, la tierra donde es uno nace marca para el resto de la vida. Y por tanto no es una idea a descartar.

-Suele venir con frecuencia a Zamora. ¿Con qué tres cosas se queda de la ciudad?

-Sí, por lo general soy un habitual a la feria del libro, y también realizo alguna que otra actividad cultural, pero sí suelo ir a Zamora y también a Sayago, la tierra que nací. Pero si me tengo que quedar con tres cosas serían la Catedral, la muralla y el río Duero, esa imagen es algo que no se puede olvidar a ninguna persona que descubra Zamora, pero también hay otras muchas cosas que me gustan de la ciudad como es su gastronomía y pasear por el casco antiguo.