Jesús Rodríguez Morchón es un fotógrafo zamorano instalado en Barcelona, que a día de hoy expone algunas de sus obras en una sala de la localidad de catalana de Sitges. Comenzó en el mundo de la fotografía por su cuenta hace más de 50 años y todavía se confiesa apasionado por su afición. Ganador de varios premios de fotografía en Cataluña, admite que todavía echa de menos Zamora, a pesar de llevar fuera casi toda la vida.

-Desde cuándo vive en Barcelona?

-Me traslade aquí con 19 años desde Zamora, terminé los estudios, me puse a trabajar y me he jubilado hace poco. Pero todavía me quedan muchas cosas por hacer aquí, en Zamora y dónde sea. Elegí vivir aquí porque mi hermano ya tenía casa y tenía dónde meterme.

-¿Cada cuánto tiempo viene a Zamora?

-Cuando empecé a vivir aquí y mientras estudiaba iba y venía muchas veces, pero desde que encontré trabajo fijo voy bastante menos. Pero dentro de lo que puedo me desplazo todo lo que mi agenda me permite. La última vez que estuve fue en Semana Santa, y siempre voy en vacaciones. Tengo familia y muchos amigos allí.

-¿Qué encuentra ahí que no hay en Zamora, en cuanto al tema de la fotografía?

-Hay más cultura fotográfica. Ahora tengo una exposición en un hotel de Sitges junto con otros colegas. Ya llevamos tres años exponiendo en el mismo hotel y la verdad es que tenemos mucha proyección. El año pasado la exposición iba de paisajes, este año es de animales. Yo me he centrado en las miradas cautivas, haciendo fotos de animales que deberían ser libres pero que están en el zoo de Barcelona.

-¿Ha hecho alguna exposición en Zamora?

-No, nunca he expuesto ahí, es algo que me gustaría mucho hacer en cuanto tenga una oportunidad. Mis amigos me dicen que tengo que redactar un currículum y enviarlo en Ayuntamiento de Zamora, es algo que todavía tengo pendiente, pero si al final lo hago, hay que hacerlo bien. No vale la pena estar tanto tiempo esperando para no causar una buena impresión.

-Supongo que echará de menos su tierra?

-Claro, pero me la traigo conmigo en cuanto tengo oportunidad. La pasada Semana Santa estuve por allí y me dedique a hacer una serie de fotos de palomares y a exponerlas por aquí. Además he expuesto muchas veces fotos antiguas que tengo de allí, de cuando aún no me había trasladado y la verdad es que son fotos que gustan mucho por esta zona.

-Con tantas fotos habrá ganado algún premio...

-(Risas). Pues sí, he ganado algunos premios. En 2009 gané el premio «Vivir el Parque», que otorga el Ayuntamiento de Casteldefells y que patrocina la Diputación de Barcelona. En 2006 también me presenté a un concurso organizado por el barrio de Llobregat y también gané. En 2008 me tuve que conformar con el tercer puesto del mismo concurso. Sin embargo, mi premio más antiguo lo gané en Zamora en el año 1962, que era un Certamen Juvenil de Fotografía. Tengo mucho cariño a ese galardón.

-¿En qué emplea su tiempo aparte de dedicarse a hacer fotografías?

-Pues ahora que estoy jubilado no hago muchas cosas más, pero me he dedicado durante cuarenta años a guardar fórmulas de una empresa de perfumes. Era un trabajo importante porque se trataba de temas muy confidenciales. En los últimos años de trabajo ya me encargaba de sacar tiempo para hacer fotografías, sobre todo cuando viajaba. Es una afición apasionante.

-¿Cuáles son sus temas principales?

-No se puede decir que esté especializado en algo, pero lo que sí me gusta mucho es hacer fotos de paisajes y de la naturaleza en general, desde animales hasta flores. Una de mis aficiones es fotografiar el mismo paisaje durante las diferentes estaciones del año, para poder ver cómo cambia. Además me gusta hacer fotos a los «graffitis» que hay por la calle y tengo una colección de más de 1.500 fotos de este tema. Y cuando viajo siempre saco fotos un poco artísticas de los sitios a dónde voy.

-¿Qué es para usted la fotografía?

-Es ver lo que nadie ve. Muchas personas pasan por un sitio, pero sólo unos pocos ven una imagen digna de ser captada. La fotografía consiste en ver capturar una imagen que otros ni siquiera ven. Y cada vez más la fotografía es «Photoshop», aunque yo no lo práctico. Supongo que tendré que hacer un curso porque creo que cada vez es más importante.

-¿Cuándo descubrió que servía para esto?

-Pues a los 16 años o así, quizás incluso menos, fue cuando me compré mi primera cámara de fotos, que por aquel entonces me costó 75 pesetas. Las fotos reveladas que tengo de aquellos tiempos las tenía que sacar yo mismo, y además cuando era joven hacía algunas fotos para la revista de la Universidad Laboral allí en Zamora. Eran horas y horas las que pasaba en el estudio revelando y ampliando fotografías.

-¿Qué proyectos tiene en mente?

-Tengo muchas ganas de marchar a París en octubre para una gran feria de fotografía que se lleva a cabo allí. Dentro de mi vida profesional, de momento quiero seguir haciendo fotos, hacer méritos para exponer en Zamora y recuperar mi espíritu de escritor juvenil. Creo que llevo sin escribir una historia desde la transición. La literatura siempre ha sido mi otra gran afición.

Zamora, 1945

Nacido hace más de medio siglo en el barrio zamorano de San José Obrero y ha desarrollado casi toda su actividad profesional en Cataluña. Jesús Rodríguez comenzó a hacer fotografías cuando era sólo un niño, con 16 años. En esta época era él mismo quién se encargaba de revelar las fotos mediante un gran trabajo en el estudio. Con el tiempo ha conseguido un alto grado de especialización y ha logrado que varias de sus fotografías sean expuestas en diferentes salas y hoteles de Cataluña. Jubilado hace poco, ahora quiere aprovechar para dedicar todo el tiempo posible a su pasión de toda la vida, aunque sin desatender a su familia. Miles de personas ya han visto sus fotografías en alguna exposición, suerte que los zamoranos todavía no han tenido.