Se la conoce como la fotografía de la «Escena familiar» o «Familia campesina» y durante años se le atribuyó «Filuco», dado que un sobrino del polifacético creador zamorano la donó al Museo de Zamora junto con un grabado de la Catedral de Zamora fechado en 1883. Sin embargo, la autoría de la instantánea, efectuada en 1905, corresponde a José Gutiérrez «Filuco» y al fotógrafo austríaco Heinrich Kühn, según las investigaciones realizadas por el centro museístico tras aparecer «en Madrid en el año 1992 en una exposición la misma fotografía de pequeño tamaño». Y es que el organizador de la muestra, el fotohistoriador Pulio López Mondéjar, indicó a los responsables del Museo de Zamora que en el reverso de su imagen figuraba: «Al marqués de Villalobos. Agradecidísimo Gutiérrez y Kühn».

Los fondos del centro conservan el original, mientras que en la sala IX, la denominada sala de la Ciudad, puede contemplarse una reproducción a gran tamaño, 196 centímetros de alto por 275 centímetros de ancho, revelada en dos grandes tiras de papel pegado sobre lienzo. La imagen, seleccionada como «la pieza del mes» del Museo de Zamora, representa una escena costumbrista de una familia humilde de inicios del XX que vivía en un barrio popular que podría corresponder bien a La Lana, porque la mujer mayor habitaba en él, bien a La Horta, donde vivía el hombre, bien a Olivares, donde residían los niños. La fotografía sigue la tendencia del pictorialismo, imperante a finales del siglo XIX e inicios de la siguiente centuria, que pretendía que las instantáneas se asemejaran a la pintura. Cuenta con ciertas dosis de montaje porque las personas posan en el exterior de una casa y parece que son una familia, aunque sólo entre parte de ellos existe una relación de parentesco.

El historiador José Andrés Casquero defiende que «"Filuco", editor de "Zamora ilustrada", un hombre modesto, no tenía los medios ni la técnica para hacer una fotografía de gran formato» y que quizá ayudó a Kühn, que utilizaba la técnica de la goma bicromatada, a localizar los personajes retratados, teoría que comparten desde el Museo de Zamora. Según indican los expertos del centro, el propio Mariano Benlliure quiso adquirir el retrato colectivo a «Filuco», quien no quiso desprenderse de él. Además, existen, al menos, dos reproducciones similares, pero a menor escala. Una podría encontrarse en el Senado y otra es propiedad de la familia Alba. En este ejemplo, de tamaño A-3, «varios de los pequeños se encuentran en otra postura», afirman fuentes del Museo de Zamora.

La imagen carece de elementos que la puedan ubicarla en Zamora. «Puede ser una escena de una familia de campo o urbana», indica el historiador José Andrés Casquero, aunque reconoce que «la indumentaria hace pensar que son personas que viven en una ciudad de Castilla».

Para el Cronista Oficial de la Ciudad, Herminio Ramos, la instantánea muestra la sociedad zamorana de principios del siglo XX. La urbe contaba entonces con 15.6000 habitantes y carecía de las peculiaridades de una ciudad industrial. Muchos pobladores se dedicaban a la artesanía y el comercio. Los arrabales más desarrollados eran San Lázaro y San Frontis «donde vivían ricos labradores dedicados a la agricultura y la ganadería», recuerda Ramos quien apunta que en esa época arrancaron «la Feria de la Madera, los mercados de los Martes y los 13», se inició la construcción del Puente de Hierro y se suprimieron las dos torres del de Piedra.

El agua corriente llegaba gracias a la compañía inglesa Simpons, mientras que las primeras máquinas de electricidad se encontraban en La Horta. «Zamora fue la primera ciudad de la región, tras Valladolid, que contó con ferrocarril gracias a la línea a Medina», menciona el historiador que alude a que «en los primeros años del siglo se llevan a cabo las carreteras radiales».

Los interesados en conocer en profundidad la fotografía «Escena familiar» pueden participan en las visitas específicas programadas los martes a las 19.30 horas y los jueves a las 13.00 horas, así como los sábados a 17.30 horas, con comentario integrado en la visita general guiada, y los domingos y festivos, a las 12.30 horas con una amplia mención en la visita general guiada.

La identificación

El testimonio aportado por Manuel Pérez Moro a raíz del traslado de los fondos del Museo en 1989 permitió la identificación de los personajes que posan en «Escena familiar». El señor mayor se sabe que se llamaba Juan y cuidada la fuente de la Cuesta del Caño. Entre él y el resto no existía relación de parentesco. La señora respondía al nombre de Victoria Ana Gutiérrez y la niña que peinaba parece ser que era su nieta Rafaela Moro Maestre, en tanto que la niña de la cuna sería otra nieta, Benita Moro Maestre. La pequeña luce una «B «en su vestido que ha facilitado su reconocimiento. El niño que come un huevo respondía al nombre de Pepe y residía en la Cuesta del Caño, y el que está de espadas sería Bonifacio, que tocaba la dulzaina.