El Premio Nacional de Narrativa es uno de los galardones que ha recibido Gustavo Martín Garzo a lo largo de su carrera. «La carta cerrada», su última obra, cuenta la historia de una familia marcada por la tragedia y de la relación de un niño con su madre. «La carta cerrada es una metáfora de todos los silencios que constantemente hay en nuestras vidas y en las de los demás. Si alguien quiere saber quienes somos realmente tendría que escuchar todo lo que callamos antes que lo que decimos», explica.

-¿Por qué la infancia es un tema central de su obra?

-Porque la literatura tiene que ver con la capacidad de llevarnos a lugares de encantamiento y en ese sentido la infancia es el lugar literario por excelencia.

-Usted ha señalado que la literatura siempre debe de enseñar algo

-Todas las grandes historias guardan una enseñanza acerca de lo que es el mundo y la vida, pero no me refiero a una moraleja. Cuando leemos una novela sentimos que de alguna manera nos ha enseñado cosas decisivas pero es muy difícil decir exactamente en qué nos ha ayudado porque los grandes libros siempre nos sitúan en ese lugar de las grandes preguntas de la vida que son las que precisamente no tienen respuesta. -¿Cree en la inspiración o en el trabajo?

-La literatura desde luego es trabajo, constancia, esfuerzo, pero también es inspiración. Para escribir una novela hay que tener una buena historia y el sentimiento de que esa historia merece ser contada y que tal vez si no la cuentas no se va a escuchar nunca. Es imprescindible sentirse implicado. Por ello lo primero que se le exige a un escritor es que ame la historia que está contando. Sino la ama difícilmente podrá entregar un buen libro.

-¿Se siente más cómodo escribiendo cuentos o novelas?

-Fundamentalmente me siento escritor de novelas pero no porque no valore los cuentos, todo lo contrario, los valoro muchísimo como también valoro la poesía. Soy un gran lector de poesía pero no me atrevo a escribirla porque me parece que no lo se hacer. Con lo cuentos me pasa un poco lo mismo. Los escribo por encargo pero no es un género en el que me encuentre muy a gusto, creo que es muy exigente y muy difícil.

-¿Cómo evalúa el panorama de la literatura en Castilla y León?

-En esta Comunidad tenemos la fortuna de contar con magníficos escritores. Por ello puedo decir que el presente y el futuro están totalmente asegurados. Vivimos en una época muy rica en talento y en escritores así que si hacemos una nómina de los grandes narradores que en estos momentos escriben en nuestra lengua un porcentaje muy importante sin duda pertenecen a Castilla y León por lo cual podemos sentirnos muy orgullosos. El problema es que la gente lee muy poco.