Conocedora de las figuras de calidad de Zamora y responsable de la marca «Hornazo de Salamanca», Raquel Soria aboga por «saber vender mejor lo que tenemos».

-¿Qué importancia tienen las ferias para las marcas de garantía?

-Es una forma para que el consumidor conozca nuestros productos. Una de las finalidades de esta figura es promocionar el producto fuera de Salamanca, y es lo que estamos intentando. Que las personas que no sean de allí, pueden consumir un hornazo con garantía de calidad.

-¿Qué características tiene el hornazo?

-Nosotros defendemos el hornazo tradicional de toda la vida, con unos controles de calidad que otros hornazos no llevan y con una calidad de materias primas garantizadas por las auditorías.

-¿Cuántos productores están acogidos a la marca de garantía?

-Están dentro los cuatro obradores de mayor producción de hornazo de Salamanca. La mayoría de las panaderías hace hornazo una vez al año, el Lunes de Aguas, pero estos obradores lo fabrican todos los días.

-¿Es un producto exportable?

-Tiene dificultades, porque es un producto de panadería, perecedero. En el caso del hornazo fresco, le damos cinco días de consumo preferente.

-En el actual panorama, ¿es complicado distinguirse en el mercado?

-Claro que lo es, pero en tiempos de crisis, las empresas que luchan por garantizar un producto de calidad, son las que mejor lo tienen. En el futuro, en Castilla y León, tenemos que luchar por los productos de altísima calidad que tenemos. La marca «Tierra de Sabor» es una buena baza para defender nuestra producción.