Al menos una persona fue detenida a última hora de la noche de ayer en la localidad de Bermillo de Sayago en un control policial que detectó la presencia de una furgoneta la cual, al parecer, podría contener sustancias explosivas. Los hechos sucedieron sobre las diez de la noche en un control rutinario de la Guardia Civil. Según fuentes de la investigación, la furgoneta iba precedida de dos coches lanzadera, un monovolumen y un Renault Megane ranchera en los que viajaban por lo menos tres personas. Pistola en mano, los implicados robaron el coche patrulla de la Guardia civil y dejaron abandonada la furgoneta marca Iveco Turbo Dayli blanco con la matrícula 9718 ZL 25. Las mismas fuentes indicaron que una persona habría sido detenida en el momento, mientras otra habría huido en dirección a Portugal, donde también habría sido arrestada en el puesto fronterizo de Bemposta. El detenido en territorio luso suplantó la identidad del guardia civil al que habría robado la documentación.

En el interior de la furgoneta fueron halladas dos bombonas de butano conectadas entre sí mediante cables, un bidón de un líquido aún por determinar y cincuenta placas de matrículas falsificadas.

La operación sigue abierta y se busca a los ocupantes de un monovolumen y un Megane ranchera

Al cierre de esta edición, un equipo de especialistas Tedax llegado de Valladolid seguía teniendo acordonada la zona, aunque no había procedido a explosionar el vehículo. Al servicio de emergencias 112 le fue requerida la presencia, de forma preventiva, de una ambulancia. La Guardia Civil procedió de forma inmediata a desalojar viviendas próximas al lugar en el que quedó aparcada la furgoneta, en la calle General Mola, a escasos metros de la Plaza Mayor de la localidad. Pasada la media noche al menos una docena de personas que no podía regresar a sus casas permanecía reunida en otro inmueble del pueblo, según confirmaron desde el grupo. Otros aguardaban noticias en el Bar Paco de Bermillo de Sayago. Todos ellos coincidían en destacar el nerviosismo del momento y la falta de explicaciones oficiales respecto al suceso.

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, sin embargo, aseguró que en una primera inspección ocular no se habían hallado explosivos en el coche y que todas las medidas que se habían tomado eran de forma preventiva, así como que la operación seguía abierta en colaboración con la Policía portuguesa sin descartar ninguna hipótesis, desde que se tratara de delincuencia común hasta que estuviéramos ante una posible operación terrorista, algo que tendrá que establecer la investigación del caso. Tampoco pudo precisar si se habían producido las dos detenciones de las que hablan las fuentes de la investigación.

Alejo explicó que el vehículo sospechoso había sido detectado en un control rutinario de la Guardia Civil y que, en circunstancias todavía por aclarar, habría robado el coche patrulla para escapar en dirección a Portugal. Insistió en la eficacia de la labor desarrollada por las fuerzas de Seguridad en la Operación Navidad lanzada desde Interior el pasado 22 de diciembre y en la que se han controlado a casi 19.000 vehículos e identificado a 22.000 personas. Con respecto a la posibilidad de que se tratase de una acción de ETA reiteró la situación de alerta antiterrorista de nivel 2 decretado por el Ministerio del Interior y resaltó la labor de prevención que ha permitido la detección de casos como éste y una anterior detención de un delincuente común en otro control en Zamora.