El escaso público fue el protagonista de la prueba localizada en la plaza de Viriato, donde los concursantes tuvieron que conseguir personas vestidas de rojo para reproducir una enseña bermeja humana, compuesta de ocho tiras rojas, que representan las ocho victorias obtenidas por Viriato sobre diversos pretores romanos, y otra banda verde. Paseantes de todas las edades contribuyeron a que los jóvenes participantes en la «ghymkana» consiguieran su reto en un tiempo récord.