La Junta apoya la reinvindicación del ferrocarril Ruta de la Plata, aseguró ayer el director general de Infraestructuras, Luis Alberto Solís.

-¿Está dispuesta la Junta a poner dinero para reabrir la Ruta de la Plata?

- Estamos siempre con la pregunta de remate, de qué color son las cortinas de una casa que aún está por construir. El estudio previo de las tres cámaras de comercio viene a corroborar algo reflejado en el acuerdo del diálogo social en materia de infraestructuras que se firmó en febrero de 2005 por el presidente de la Junta y los agentes sociales. Se planteaba una nueva línea ferroviaria de tráfico mixto que discurriera por el corredor de la Vía de la Plata, pero enlanzando Gijón y Sevilla. Hablamos de una línea de interés general al servicio del transporte de personas y mercancías, con el mismo esquema de financiación que el resto de la red. Hace dos días el consejero de Fomento asistió a la presentación de un eje transversal, el Santander-Mediterráneo, y en ningún momento se ha planteado la cofinanciación de las comunidades autónomas. Estamos defendiendo el interés general de la línea, no planteando cuánto va a poner uno u otro, como si dudáramos de si el asunto es deficitario o que necesita apoyo.

-¿Por qué es necesario el tren Ruta de la Plata?

-Con el mismo sentido que esa línea transversal que va a mallar el noreste de España conectando Santander con el Mediterráneo, entendemos la necesidad de una línea ferroviaria norte sur que conecte cuatro comunidades autónomas y que va a suponer el mallado y la conexión de todas las redes ferroviarias que desde Madrid salen con carácter radial. Se trata de una nueva línea, no de reabrir algo que jurídicamente no existe, ha desaparecido. Se trata de un ferrocarril del siglo XXI, nuevo, moderno, con el trazado adecuado que sigue evidentemente el corredor de la actual Ruta de la Plata, pero con una distinta concepción en cuanto a sistemas de comunicación, señalización, etcétera. O sea, una infraestructura de primera categoría al servicio del desarrollo del occidente español.

-¿Tenía la Junta algún estudio de viabilidad previo?

-No. Ahora estamos asistiendo a un planteamiento serio, porque hasta este momento ha habido propuestas parciales, bienintencionadas pero quizá más bien románticas, de reapertura de tramos. De todo eso sí teníamos estudios, y nos decían que tenía poco potencial. Pero ahora de lo que estamos hablando es una línea nueva ferroviaria que cosa todas las líneas ferroviarias y por supuesto que ponga en valor algo importantísimo que está desarrollando Castilla y León, el modelo Cylog que se basa fundamentalmente en la intermodalidad, que se basa en ferrocarril-carreteras y su conexión con los puertos para poner en valor algo que fue una idea que lanzó España en la época en la que tuvo la vicepresidencia de la Comisión Europea, que es el desarrollo de las autovías del mar.

-¿Será fácil incluir esta infraestructura en el Plan del Ministerio de Fomento?

-El propio PEIT actualmente vigente recoge que se deberían hacer estudios de viabilidad para desarrollar nuevas líneas ferroviarias, y recuperar por tanto servicios de viajeros y mercancías, sobre antiguos corredores que se cerraron al tráfico en el año 84 y que se dio orden de desmantelamiento en el año 95. El estudio presentado hoy potencia la demanda, realizada por el presidente Herrera al ministro de Fomento, José Blanco, de una mayor agilidad para que esa previsión que el PEIT actualmente ya contiene de hacer un estudio de viabilidad desarrollado por el Estado, con todo el potencial que eso requiere, confirme la viabilidad del proyecto y permita su inclusión en el nuevo PEIT.