El escritor Óscar Esquivias participó ayer en el ciclo de charlas «La biblioteca del náufrago», promovido por la Fundación Siglo para las Artes de Castilla y León, en el que cada escritor invitado habla sobre los diez libros que, como lector, le han dejado un recuerdo más imborrable.

-Como el «primer náufrago» de este nuevo ciclo de conferencias, ¿qué lecturas ha recomendado?

-Diez libros son pocos, pero después de mucho pensar seleccioné «La isla misteriosa», de Julio Verne, porque es un libro de aventuras; «La interpretación de los sueños» de Sigmund Freud porque nunca hay que dejar de soñar; «Los hermanos Karamazov», de Dostoyevski una obra que ha influido mucho en mi producción literaria; «La Biblia», dado que cualquier viajero tiene que llevarla en su equipaje. Incluyo también un libro de la escritora italiana Natalia Ginzburg titulado «Léxico familiar», una novela muy íntima que nos narra la historia de una familia y de Italia. He elegido también «Las mil y una noche» o la «La vida es sueño», de Calderón de la Barca, como ejemplo de teatro, y algún libro de antología poética.

-Una lista muy completa.

-He procurado que tuviera un hilo de continuidad a través del naufragio. La historia de la Literatura está llena de obras maestras y si hubiera podido escoger más, hubiera incluido a Flaubert, Cervantes de Tolstoi y tantos autores? El participar en estas conferencias me ha permitido releer libros que me ha marcado durante la juventud y que tenía aparcados. Por mi experiencia en anteriores provincias son libros muy conocidos y la gente se ha visto identificada con la selección, puesto que mayoritariamente son lectores y personas a las que le interesa la cultura y asisten para hablar de libros, algo de lo que usualmente no se debate en la calle.

-¿Por qué no se habla de literatura?

-Los escritores hemos dejado de ser modelos de referencia y ahora importa más lo que dice un político o un famoso. Los intelectuales antes eran personas cuyo pensamiento estaba muy vigente. Ahora se ha quebrado el prestigio de la cultura y en cualquier tertulia intervienen personas sin ningún tipo de preparación porque se cree que cualquiera está preparado para hablar. La sociedad va cambiando y evolucionando.

-Desde su punto de vista en este cambio, ¿qué papel juegan las nuevas tecnologías?

-No creo que sea una causa porque los blog son como las tertulias de los cafés y ahora en vez de desarrollarse en un bar se mantienen desde otro lugar a través del ordenador. Creo que es fundamental socialmente presentar a los adolescentes otras alternativas frente los modelos que perciben a través de la televisión y una excelente alternativa la representa la lectura, el teatro y la música... la Cultura en general.

-El libro electrónico está en auge incluso ya lo utilizan en las universidades como la de Alcalá. ¿Qué le parece?

-Como aficionado a los libros me parece muy bien porque los volúmenes ocupan mucho espacio y van a suponer una liberación de espacio. Es el futuro y los que somos lectores seguramente nos vamos a adaptar, aunque vamos a añorar el papel.

-Pero, ¿qué opina de la posibilidad de bajar de la Red los textos sin pagar por ellos?

-Digitalizar los libros no supone ninguna dificultad porque hasta ahora se ha hecho con aquellos que están libres de derechos de autor. Los que están sujetos a derechos de autor se supone que vamos a seguir cobrando el porcentaje que nos corresponde, el problema lo representa la piratería y que las descargas se efectúen de la misma manera que con la música. No obstante creo que el lector es una persona civilizada y culta y confío en que su comportamiento sea responsable.

- Ante esta situación y en época de recesión económica, ¿resulta fácil publicar?

- Todo lo contrario de hecho la primera novela que escribí hace diez años se va a reeditar. Ahora estoy escribiendo cuentos breves para adultos que estoy publicando sin ningún problema en revistas o antologías.