Nunca antes un solo solar había deparado tantas sorpresas e hipótesis históricas. Ya en las primeras actuaciones se localizaron, posiblemente, las zonas de trabajo y servidumbre de un palacio, quizá el de la última condesa de Benavente, con fachada a la Rúa de los Notarios. En él se reflejan los restos de un gran lagar o bodega que han pervivido en construcciones anejas, entre los siglos XVII y XIX. En el extremo oriental de la actual calle Obispo Manso se concentran otros restos, los de una amplia serie de actividades semindustriales, como los hornos de fundir campanas o las tenerías del curtido de pieles, todo ello a espaldas de un gran palacio existente en lo que hoy en día es la Plaza de Arias Gonzalo. Esta área artesanal y productiva se denominaba, tal y como ha llegado a la actualidad, Corral de Campanas.

En la zona occidental de Obispo Manso, bajo el caserío Moderno y Contemporáneo, se ha localizado una necrópolis medieval de rito cristiano, con una veintena de restos, y que se dataría entre los siglos XIII y XIV. Según las primeras hipótesis de trabajo de Francisco Javier Sanz y Emilia Fernández, estos hallazgos podrían adscribirse a la desaparecida iglesia de San Martín el Pequeñino, que se ubicaría bajo la plaza de Antonio del Águila, aunque otros investigadores apuntan a que en este mismo lugar pudo levantarse la Iglesia de San Martín de Oremus.

Llama la atención la escasa presencia de restos visigodos y romanos, como ha ocurrido en otros solares excavados en la ciudad, y que los expertos atribuyen a la «intensa ocupación medieval que presenta el castro romano». Sin embargo, ha sorprendido la abundancia de vestigios que se pueden fijar en la segunda edad del Hierro, como vasijas y otros elementos celtibéricos (siglos III a. C. al I. d. C.). Todo este utillaje, destaca Sanz, era «poco común en el solar zamorano, aunque en las últimas fechas se están encontrando cada vez más restos.

Tanto para Javier Sanz como para Emilia Fernández Orallo, la verdadera «sorpresa» de la excavación arqueológica ha sido la asombrosa cantidad de restos de cerámica Andalusí, lo que permite reescribir parte de la historia de Zamora.

Cronología de las actuaciones

Comienzan las obras. En diciembre de 2007 la consejera de Hacienda de la Junta de Castilla y León, Pilar del Olmo, coloca la primera piedra del futuro edificio del Consejo Consultivo de la Comunidad. Aunque se preveía que pudieran aparecer restos arqueológicos de importancia, nadie sospechó en uno de los principales yacimientos nacionales de la cultura Andalusí.

Descubrimientos. La excavación arqueológica, una vez constatada la existencia de vestigios de importancia, comienza en mayo de 2008. Ya en agosto los arqueólogos son conscientes de las trascendencia que puede tener para la historia de Zamora y de parte del país, sobre todo en relación a los asentamientos de la población andalusí. Los trabajos acaban de finalizar este mes de julio.

Destino. Buena parte de los objetos que se han encontrado irán a parar al Museo Provincial, aunque no se descarta que haya que realizar una ampliación o habilitar un espacio especial, dada la cantidad de hallazgos. Los elementos arquitectónicos podrían emplearse en los jardines y espacios al aire libre del Consejo Consultivo.