La crisis será la indeseada protagonista de la festividad del Día del Trabajador, que se celebra mañana con una manifestación que recorrerá el centro de la ciudad a partir de las doce del mediodía desde la Plaza de la Marina. Desde allí, proseguirá por la calle Alfonso IX para llegar a la Plaza Alemania y retroceder para enfilar la calle Santa Clara hasta llegar a la Plaza Mayor, donde se dará lectura a un manifiesto. Una cita a la que los sindicatos animan a participar a los trabajadores y parados «porque es más necesario que nunca». Así lo remarca la secretaria provincial de UGT, Nieves García, quien recuerda que «si es un día en el que planteamos las reivindicaciones de los trabajadores, en este caso con más razón». Por ello pide a los zamoranos que salgan a la calle «para aportar su granito de arena en un momento crítico como el actual».

El lema elegido para encabezar la manifestación será “Frente a la crisis: empleo, inversión pública y protección social”, tres de los ejes que los responsables sindicales consideran necesarios para combatir la recesión económica. «Creemos que se debe mantener la inversión pública e incluso aumentarla para salir de la crisis sin reducir la protección social de los trabajadores que se quedan sin empleo», explica García, quien critica el abaratamiento de los despidos y la aplicación sin intermediación de los expedientes de regulación de empleo demandados por los empresarios.

Unas reivindicaciones compartidas por el secretario provincial de CC OO, Eugenio González, a las que añade la necesidad de fomentar «un gran pacto entre el Gobierno y los agentes sociales y económicos que permita cambiar el modelo productivo e incentivar el consumo interno para salir de la crisis económica en la que nos encontramos», según argumenta.

Los responsables de ambos sindicatos acusan a los empresarios de escudarse en el contexto de crisis para rechazar las mejoras salariales demandadas por los trabajadores. Una negativa que ha desembocado en el bloqueo de la negociación colectiva de este año, de la que dependen cuatro nuevos convenios colectivos. «Los empresarios se niegan a aceptar la subida salarial del IPC previsto, de un 2%, y nos ofrecen incrementos inferiores o incluso ninguno», explica la responsable de UGT, quien cuestiona la mala situación alegada por las empresas para denegar el aumento, «insignificante si tenemos en cuenta que supondría un gasto anual de sólo 700 euros».

El bloqueo de la negociación afecta a los convenios del sector del comercio, captación de aguas, butano y limpiezas, que aglutinan a más de 5.000 empleados de la provincia. En todos ellos se han mantenido varias reuniones entre empresarios y sindicatos que no han producido ningún avance. Por ello, los representantes de los trabajadores no descartan convocar asambleas para plantear posibles movilizaciones «aunque a los empleados les puede el miedo a ser despedidos y más ahora», reconoce Nieves García.

La negativa de la patronal a aplicar la subida salarial prevista no contribuye a superar la crisis económica. «Si la gente no mantiene el poder adquisitivo no va a comprar y por lo tanto el consumo va a seguir cayendo», asegura Eugenio González.