América Juárez es una mexicana que vive en Zamora desde hace un año y vive estas horas con incertidumbre y angustia. «La verdad me encuentro muy preocupada porque lo que se ve aquí por las noticias es sólo la información oficial, la que da el Gobierno de México pero lo que me comentan familiares y amigos es que la enfermedad se ha extendido muy rápido. Cuando estalló la noticia, muchos habitantes del DF dejaron la capital por miedo y se dirigieron a las regiones cercanas lo que ha contribuido al contagio», cuenta. La familia de América vive en la región de Ixtapan de la Sal, a dos horas de ciudad de México, una zona turística a la que han llegado muchos habitantes del DF tras anunciarse la aparición de la enfermedad. «Mi madre me ha contado que ya hay enfermos en mi pueblo y por eso está muy nerviosa. La mayoría de la gente no sale de sus casas por miedo al contagio y lo mismo está sucediendo en otras regiones». Sin embargo, la mexicana sostiene que por las noticias que ha recibido «no se vive una situación de pánico» en el país centroamericano. Hay mucha alarma, eso sí. «En las farmacias se han agotado los cubrebocas (mascarillas) y otros productos como el alcohol. El nerviosismo se deja sentir por lo rápido que está avanzando la enfermedad y por los alcances que pueda tener ya que hay que considerar que México es un país con mucha población. Sólo en el Estado de México viven 15 millones de personas». La madre de América Juárez le ha contado a su hija que lo que todo el mundo comenta es que el Gobierno no ha actuado con la premura que debía, que tardaron mucho en ordenar la suspensión de clases y que incluso actualmente hay mucha desinformación. «Yo tenía previsto viajar a mi país a fines de mayo pero mi madre me ha suplicado que no vaya porque la situación ahí es muy mala».