El joven salmantino acusado de provocar la pérdida del riñón izquierdo a otro zamorano, tras apuñalarle por la espalda, se enfrenta a la petición de 12 años de prisión, 9 por lesiones y 4 por robarle el dinero que llevaba encima, según consta en las conclusiones del Ministerio Fiscal. La acusación particular exige, por su parte, 12 años de cárcel por las lesiones causadas al vecino de San José Obrero y cinco por el robo, convencida de que tendieron una trampa a su cliente para robarle el dinero que llevaba encima.

En el escrito remitido a la Audiencia Provincial, el letrado del joven agredido, cuyo nombre responde a las iniciales de I.P.R., alega como agravantes del delito la alevosía, ya que el procesado, residente en Salamanca, aprovechó que su víctima le había dado la espalda, confiado de que no le ocurrirá nada porque le conocía, , por lo que se estaría aprovechando de una situación de su superioridad, para lanzarle la navaja y causarle una herida que casi le cuesta la vida. Además, se citó con él en un parque apartado del mencionado barrio y a una hora, pasadas las doce y media de la noche, a la que no hay transeúntes, lo que habría facilitado la conducta delictiva del imputado, que se aseguraba de que no habría testigos que le pudieran delatar.

Para el abogado de la familia del herido hubo una planificación para cometer el robo, un complot entre el acusado y su acompañante, de modo que los dos tenían la intención de robar al joven zamorano. De hecho, durante la instrucción trató de demostrar este extremo, sin lograr que el Ministerio Fiscal imputara al joven que iba con el procesado.

La familia insistió en que, incluso aunque desconociera la intención del agresor, no socorrió al lesionado, que se quedó tirado en el suelo y tuvo que regresar al domicilio familiar por sus propios medios, con un herida grave por la que perdió gran cantidad de sangre. En base a ese comportamiento, la acusación solicitó al juez, sibn lograrlo, que se procesara a esta persona, único testigo de lo ocurrido, por denegación de auxilio. Se trata de la única persona que presenció lo ocurrido, que será citado como testigo en el juicio que celebre la Audiencia.

Por su parte, el imputado alegó que había actuado en legítima defensa, argumento que no se sustenta ni para el fiscal ni para el abogado del gravemente lesionado. En el relato de los hechos, la acusación sostiene que su cliente no entabló ningún tipo de discusión o pelea con el joven, que se había citado con quien le apuñaló para comprar una "Play Station". Este apareció conduciendo un vehículo, junto a otro joven que le acompañaba como copiloto, y cuando el lesionado comprobó que no tenían ninguna videoconsola para venderle, se dio la vuelta con la intención de volver a casa. En ese momento, el conductor del turismo le apuñaló, en presencia del otro individuo que se hallaba fuera del coche. Al parecer el acusado tiró la navaja por la ventana del automóvil y le comunicó al otro que acaba de herir a la persona con la que habían quedado. Ambos se alejan del lugar sin realizar ningún gesto para tratar de ayudar al denunciante. El arma blanca no se ha encontrado hasta la fecha.

La Policía Nacional tardó quince días en detener al testigo, de poco más de veinte años y cuyo nombre responde a las iniciales de J.M.D.; mientras identificaba al hoy procesado por la agresión, M.G.M.G., otro joven de edad similar. La investigación judicial se ha prolongado durante casi dos años, puesto que los hechos que se juzgarán en la Audiencia tuvieron lugar la madrugada del 25 al 26 de junio, en el barrio de San José Obrero de la capital. El joven que perdió el riñón cumplía ese día los 19 años y había estado cenando con sus padres fuera de casa para celebrarlo.

La agresión

Una cita en San José Obrero

El joven zamorano que perdió un riñón tras recibir una puñalada se cita con otros dos para comprar una videoconsola. El encuentro se produce en el barrio de San José Obrero, hacia las doce y media de la noche. Al comprobar que no disponen de la "Play Station", el zamorano se retira, momento en el que uno de ellos le asesta una puñalada.

Trampa para robar

La acusación particular asegura que la víctima fue objeto de una trampa para robarle el dinero que llevaba encima para pagar la máquina de juegos. De hecho, cuando regresó a casa aún tenía algo de dinero en los bolsillos.

Riesgo de muerte

El joven estuvo a punto de morir, dadas las dimensiones de la herida, por la que perdió gran cantidad de sangre. Legó a su domicilio por su propio pie, con la salud muy deteriorada por la gran pérdida de sangre. Fue operado de urgencia y se le extirpó el riñón izquierdo.