A escasa fechas de efectuar su pregón oficial de la Semana Santa de Zamora, Felipe de Castro repasa su designación y sus vivencias relacionadas con la Pasión local.

- El domingo pregonará la Semana Santa de Zamora en su ciudad, ¿cómo conoció su designación?

- Fue una especie de reto-invitación del presidente de la Junta pro Semana Santa al finalizar el pregón que el año pasado hice en Valladolid. A lo largo del año se fue gestando en firme la propuesta inicial y el Consejo Rector vio bueno que mi persona fuera la encargada del Pregón de 2009. El presidente me lo comunicó con carácter oficial hace unos tres meses.

-¿Qué supone para usted el pregón?

- Se trata de una alegría nacida de lo que considero una hermosa suerte y de lo que se convierte en un compromiso al que espero no defraudar a los amigos semanasanteros que acudan a escuchar. Mi primera impresión fue que soy un zamorano con suerte porque teniendo en cuenta que hay muy buenos oradores, investigadores, poetas, escritores, artistas que conocen y sienten muy dentro la Semana Santa es una suerte que me hayan seleccionado entre tantos y, sobre todo, pensando que solo se elige a un pregonero al año. Por otro lado piensas en el compromiso que supone hablar ante tus paisanos y de algo que ellos, igual que uno, sienten en su interior desde sus primeros años.

- ¿Cómo ha encarado la preparación del texto?

-Ya había tenido que preparar un pregón de nuestra semana de Pasión para el pregón Infantil del colegio Arias Gonzalo, para asociaciones zamoranas y el del año pasado en Valladolid. Así que con esos precedentes ya tenía cierta experiencia en buscar documentación, recopilar datos, ordenar apuntes y notas que a lo largo del tiempo te sugiere todo el conglomerado de vivencias que provocan el antes y después del hecho "semanasantista". Luego se perfila la línea argumental y a partir de ese momento dedicas horas y horas a dar forma coherente a todo el bagaje de información que has recopilado.

- ¿Cómo va a ser su intervención?

- No está pensado como pieza literaria; mi mano sólo escribe desde el sentimiento y la reflexión una prosa sencilla, simple, de andar por casa, muy limitada y con el atrevimiento de rimar algunos versos como si fueran pinceladas o borbotones que nacen las emociones encontradas en el transcurso de cada Semana Santa vivida. Distinguiría varios tramos. Al principio figura una parte evocadora- invocadora hacia los motores de hecho "semanasantista", seguida de una informativa o temática que dará pinceladas sobre la relación entre fiesta, cultura, imagen, religión...; a continuación, un bloque de carácter simbólico que contempla la presencia de la cruz para continuar con una parte publicitaria de exaltación sobre lo que se ve, qué ofrecemos, que es Zamora en Semana Santa, finalizando con un momento de reflexión. La cronología y los recuerdos creo que los trato de manera sucinta, aunque están presentes no me recreo en ellos.

- Para Felipe de Castro la Semana Santa es...

- Como persona y como hombre de la cultura y del teatro y, sobre todo, como zamorano la Semana Santa es la puesta en escena del gran auto sacramental de la Pasión y del amor, el mejor espectáculo dramático-religioso que tiene Zamora a través del cual pone en la calle su singularidad y su idiosincrasia como pueblo, sus creencias, dormidas tal vez a lo largo del año, su capacidad creativa, apoyada en las tradiciones que conservamos de nuestros mayores, la extraordinaria plataforma desde la que informamos a los que nos visitan de que aquí sabemos hacer bien las cosas del pueblo, nuestras cosas.

- Su vinculación a la Pasión local le viene de..

- Pertenezco a la Cofradía de la Santa Vera Cruz por tradición familiar, ya que mi abuelo Felipe de Castro Sobrino fue uno de los grandes impulsores como presidente de la Cofradía durante una veintena de años, seguido por el tío Felipe en la labor dirigente de tal Cofradía. También estoy inscrito en Jesús Nazareno. Durante los años de adolescencia pertenecía a la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída y a la del Jesús del Vía Crucis. Aunque mi participación como cofrade es escasa me integro en la Semana Santa y en esas Cofradías en concreto desarrollando otras actividades en las que procuro dar todo de mi mismo, cada uno tiene su parcela, y yo creo que aporto más en el campo de los medios de comunicación y en otras tareas divulgativas.

- ¿Ha ocupado algún puesto en alguna directiva?

- Nunca, porque no me he involucrado en los trabajos de gestión y organización en las cofradías a las que pertenezco. Mi función como hombre de la Semana Santa la he venido desarrollando desde fuera. También puede ser útil el trabajar como cofrade externo. Se puede ser "profesional semanasantista" implicándose en labores de comunicación, difusión y estudio de los muy variados componentes, que hacen crecer y funcionar nuestra extraordinaria celebración procesional.

- Si tuviera que quedarse con una cofradía sería...

- Podría decantarme por varias, pero la que nos dejó su impronta fue la Vera Cruz; creo que en ella se reúnen las características más puras del "semanasantismo" zamorano, junto con la Congregación que han sido dos de los pilares sobre los que se ha asentado la importancia y trascendencia de nuestra Semana Santa, sin olvidar la herencia del Santo Entierro, La Borriquita y el impulso innovador de Las Capas, Vía Crucis, Yacente, ...

- ¿Siente devoción por algún paso en particular de la Semana Santa zamorana?

- Artísticamente tengo una predilección destacada por Redención, el Cristo de las Injurias y el Yacente, aunque cuando cambio con esas imágenes las miradas hay algo especial que te anima. Contemplativa e íntimamente tengo veneración por la Soledad, mujer y madre. Asimismo, desde el punto de vista práctico, me transmiten satisfacciones emotivas "El Cinco de Copas", "el Prendimiento" que para mi tiene componentes de gran vibración.

- ¿Qué le opina de las listas de espera?

- La dimensión de un desfile procesional requiere tener en cuenta todos los factores y componente que intervienen, el número de pasos, símbolos, utilería procesional, tramos de cofrades, bandas de música, grupos corales, etc. Dentro del montaje de la procesión hay que precisar bien que número es el adecuado; pero dentro de la Cofradía, tal vez no sea tan importante. La lista de espera es un mal menor, necesario para cofradías con gran número de hermanos.

«Donde quizá tenemos que mejorar es en el tratamiento de las cuestiones internas»

- ¿Cómo ve la Pasión al modo actual?

- Pienso que el pueblo zamorano ha sabido elaborar una celebración de la Pasión muy completa. Hay un relato secuenciado con los sucesos evangélicos que es ejemplar. La imaginería que tenemos es muy apropiada al discurso del espectáculo procesional. La calidad artística es un punto y aparte en nuestro caso pero no es lo más importante. La estética y la plástica procesional tienen valores muy destacados en casi todas las estaciones de penitencia que realizan Hermandades y Cofradía. El respeto y la sobriedad todavía están presenten estos días, salvando ciertos momentos en la madrugada del viernes. El aspecto procesional está bien acabado, tal vez donde tengamos que mejorar sea en el tratamiento de las cuestiones internas de las Cofradías, buscar su mejor y mayor consenso para organizar con tiempo y tolerancia los problemas que van surgiendo.

- ¿Qué opina de la entrada de las mujeres en las hermandades?

- La presencia de las mujeres en las cofradías creo que es algo que debemos ver de manera natural al igual que en otras actividades de la vida social. Pueden y deben actuar como cualquier persona. Es algo que no tendríamos porque cuestionar. En Zamora, al igual que en el resto de España, lo vienen haciendo con normalidad aunque con mayor o menor grado presencial. El asunto está en saber dónde y cómo pueden porque determinados colectivos fijan en sus estatutos las normas de ingreso de sus socios y en tanto en cuento esas normas no contemplen el acceso, no podrán hacerlo.

- ¿Lazos sí o lazos no?

- Creo que cada cofrade, como persona, es muy dueño de expresarse en relación con la defensa de la vida en los actos convocados para tal fin. Sin embargo no veo apropiado que se le pida a los cofrades de un desfile procesional que lleven un lazo para significarse, porque los fines que marcan los estatutos los cumple cada uno debajo de la túnica y el caperuz, de acuerdo con sus criterios y creencias personales.