La ampliación del 30% de la capacidad de la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de Zamora permitirá abastecer a 18.000 nuevos usuarios del alfoz gracias a un futuro convenio al que se adscribirán las localidades anejas a la capital. Sin embargo, esta adhesión no se producirá hasta que la ampliación se ejecute una vez que culminen las obras licitadas por la Dirección General de Infraestructuras de la Consejería de Medio Ambiente. Así lo explicó ayer el edil del área en el Ayuntamiento de Zamora, Feliciano Fernández, minutos antes de inaugurar las jornadas informativas sobre la calidad del agua organizadas por Aquagest con la colaboración de la institución local, la Junta, la Diputación y el Colegio Oficial de Secretarios e Interventores. La actividad se dirigió a alcaldes, secretarios y técnicos encargados del servicio de aguas para difundir el nuevo Plan de Vigilancia Sanitaria aprobado por la Junta para el control de la calidad de este recurso, que obliga a análisis «más completos y con mayor frecuencia», explicó Jesús del Valle, director de zona de Aquagest, quien reconoció que la calidad hídrica en Zamora «es buena en términos generales» pese a recoger agua del último tramo del Duero. El edil de Medio Ambiente de la capital aseveró que la aptitud de este recurso en Zamora «está garantizada al 100% ya que los índices contaminantes están muy por debajo del límite legal». Tanto es así que, según Fernández, «estamos dotados para que estas sustancias no pasen nunca al consumo humano».

A las jornadas, a las que asistieron más de medio centenar de personas, acudió también Saturnino Mañanes, el alcalde de Benavente, territorio que se abastece del Orbigo y donde «se han ejecutado obras importantes en los últimos 15 años con la existencia de cuatro pozos de captación que generan 4.000 metros cúbicos de los 6.000 necesarios para el abastecimiento diario», expuso el regidor benaventano.

Durante la actividad, el jefe del Servicio de Evaluación de Riesgos y Gestión de Alertas de la Junta, Santiago de Castro, reconoció que el plan de vigilancia sanitaria de agua de consumo «debió afrontarse antes» y expuso que «es el momento de abordar el autocontrol de las aguas, una responsabilidad del municipio o, en su caso, del gestor del abastecimiento», instó.