La figura del acompañante espiritual «se ha debilitado en la segunda parte del siglo XX como consecuencia del moralismo y el dirigismo, dos defectos que la Iglesia ha pagado caro al perder efectivos importantes que podrían haber hecho mucho por el mundo». Así lo transmitió ayer el actual obispo de San Sebastián y prelado de Zamora entre los años 1991 y 2000, Juan María Uriarte, durante la conferencia sobre "La Educación en la fe: el acompañamiento personal" pronunciada ayer en el Seminario Menor San Atilano con motivo de las VI Jornadas de Profundización en la Vida Cristiana. Precisamente «por respeto a esta actividad» el obispo rehusó contestar cuestiones de actualidad al margen de su ponencia.

Uriarte reflexionó sobre el hecho de que «lo que Dios quiere para cada uno de nosotros no está escrito en las estrellas sino en las Escrituras y para discernirlo es necesario contar con el acompañante espiritual». La relevancia de esta figura obedece a que «nadie es un buen juez en su propia causa, de modo que toda persona necesita un contraste y alguien que ayude a objetivar para controlar las emociones y pasiones». El prelado miró también a la sociedad actual y al ambiente «nada favorable» que le impregna, hasta el punto de crear «un híbrido de cristiano con indiferencia religiosa o incluso paganismo». De ahí la conveniencia del acompañamiento como «catalizador de la fe que, al igual que en las reacciones químicas, activa nuestra fe, esperanza y amor haciéndonos más cercanos a lo que Dios quiere de nosotros», ejemplificó el que fuera obispo de la diócesis zamorana.

Al contrario de lo que muchos creen, el acompañante espiritual no es exclusividad del sacerdote, sino que está abierto a religiosos, religiosas y laicos. Eso sí, requieren para ello «una experiencia cristiana honda y sólida; sabiduría para discernir; saber acoger; y conocer y medir sus propias tentaciones, tales como la condescendencia, la propensión desmedida a controlar y el paternalismo». En cualquier caso, el acompañamiento se modifica en función del destinatario: niño, joven, adulto o persona mayor, ya que esta tarea es para toda la vida: «no es un SOS, la Cruz Roja o una ambulancia medicalizada sino que debe seguir todas las fases de la vida», puntualizó Juan María Uriarte.

Rouco Varela expone hoy su visión sobre la "Educación para la Ciudadanía"

Las jornadas prosiguen hoy con dos ponentes venidos desde la archidiócesis de Madrid. A las 11.00 horas, será el turno de Avelino Revilla Cuñado, delegado diocesano de Enseñanza, quien disertará en el Seminario Menor sobre "La educación en la fe: confluencia de la familia, la escuela, la parroquia y los movimientos". Por la tarde, a las 20.15 horas, será el turno de Antonio María Rouco Varela, cardenal arzobispo de Madrid, quien departirá en torno a la "Educación para la Ciudadanía". La actividad, promovida por el Obispado, se cerrará mañana con una conferencia a cargo del escritor zamorano Juan Manuel de Prada bajo el título "La otra clase de religión".

«Si Zapatero sale reelegido, legalizará la eutanasia», augura Benigno Blanco

«La regulación sobre el divorcio que hace de España el país más divorcista de toda Europa, la equiparación del matrimonio entre un hombre y una mujer con las uniones de personas del mismo sexo o la imposición de la asignatura de Educación para la Ciudadanía». Son sólo algunos de los errores que, a juicio del presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, han sido cometidos por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante los cuatro últimos años.

A su repaso por los desaciertos socialistas se une uno más en el caso de que el PSOE gane las próximas elecciones del 9 de marzo: «la despenalización de la eutanasia». Según Blanco, si la legalidad del aborto «está cantada, no me extrañaría nada que ocurriera lo mismo con la eutanasia, ya que alrededor de la mayoría parlamentaria ha habido una opinión favorable al respecto», valoró.

Para el presidente del Foro de la Familia la asignatura de Educación para la Ciudadanía no es más que «la imposición de una ideología de Estado frente a la moralidad de la familia». Fue éste precisamente el mensaje que Benigno Blanco quiso que calara ayer entre los zamoranos, sobre todo, «para hacer entender que las familias deben de hacerse cargo de su futuro y reivindicar su estilo de vida», sin olvidar que «quienes elegimos en libertad vivir en familia, tenemos que contar con pleno respeto y reconocimiento jurídico». En este sentido, valoró que el Gobierno español «no refleja la realidad de la familia en España». Además, calificó como «hecho constatado la pretensión del Gobierno de imponer el laicismo como signo de modernidad».

El portavoz del colectivo ciudadano participó ayer en las jornadas diocesanas con la conferencia titulada "La familia, primera plataforma educadora". Entre otras muchas ocupaciones, Benigno Blanco ha sido Secretario de Estado de Aguas y Costas en 1996 y Secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento en el año 2000.