- ¿Qué tiene de especial una consulta de Pediatría?

- La patología, que es totalmente distinta incluso dentro de los propios pacientes dependiendo de la edad que tengan. No es lo mismo la patología de un lactante que la de un niño de cuatro años, la de un pre-adolescente o la de un adolescente. Varía muchísimo, y muchas veces no tiene nada que ver con la del adulto, ni la patología, ni los tratamientos, ni las exploraciones ni las pruebas complementarias, es otro mundo.

- ¿Qué tipo de patología abunda más?

- Depende mucho de la edad, pero sobre todo la otorrinolaringológica (garganta, nariz y oídos). También hay muchos lactantes, por debajo del año, que vienen sobre todo a revisiones, porque las mamás necesitan un apoyo casi constante para el cambio de las pautas de alimentación, vacunación...Yo me fijo muy especialmente en el desarrollo neurológico.

- Explíquese.

- El desarrollo neurológico consiste en observar qué tipo de movimiento hace el bebé, cuando se empiezan a quedar sentaditos, cuando empiezan a golpearse, cuando cogen un objeto, cuando conocen a la mamá y al papá...Porque cosas muy sutiles que no hacen a una determinada edad te pueden indicar una patología muy grave. Y con un diagnóstico precoz y un tratamiento a tiempo, las secuelas son menores.

- La dificultad de los bebés es que no dan pistas sobre lo que les ocurre.

- Sólo lloran. Los niños cambian muchísimo al sexto mes y al año, son los puntos de inflexión, tanto en su comportamiento, como en la interacción con los padres o el resto de la gente.

- ¿Los padres tienen cultura de salud respecto a su bebé?

- Cada vez están más informados. Pero se mueven en un mar de información donde es difícil distinguir con qué datos se tienen que quedar. Muchos te vienen con artículos de Internet, revistas y demás, publicaciones que no siempre son lo científicas que deberían. Muchas veces cuando tienen dos opiniones contrarias tienes que decirles cual es la correcta, o si ninguna de las dos lo es.

- Vienen ya, por tanto, con el tema estudiado, pero no siempre con referencias fiables.

- Y casi siempre, sobre todo los primeros meses, con mucha angustia, porque generalmente son hijos muy programados, que los tienen en el momento que a ellos mejor les viene, y está todo tan medido, tan estudiado y tan controlado que todo lo que se sale de eso que ellos han programado lo consideran como un problema muy grande, se agobian. Tienes que ser parte psicólogo, y parte médico.

- ¿Cada niño, además, se puede considerar como un mundo aparte y diferente a los demás?

- Si, efectivamente. No tienen nada que ver unos con otros. Ni siquiera dentro de la misma familia los propios hermanos tienen ni el mismo comportamiento ni la misma evolución, a pesar de crecer en el mismo ambiente. Y eso también acaba desencajando un poco a los padres, que piensan: "A este lo he educado como al otro hijo y me ha salido totalmente distinto".