- De San Sebastián, residente en Barcelona, ¿cómo ha recalado unos días en Zamora?

- No es la primera vez que vengo a Zamora. Hace año y medio tenía un proyecto con Achero Mañas, el director de "El bola" y "Noviembre", para hacer una película con él, que finalmente no se llevó a cabo. En ese momento, encontré en una página web de mi entera confianza un anuncio en el que un director de Zamora, David Furones, pedía un responsable de fotografía para rodar un cortometraje en Zamora. En principio él no se creía el currículum que le enviaba. Formé parte de su equipo en "Puro Teatro", me gustó la experiencia, porque David y su gente hacen que en Zamora me sienta como en casa, y ahora estamos preparando otro proyecto.

- ¿Cuál era la suspicacia de Furones?

- Le sorprendió la experiencia que tenía. He trabajado con Achero Mañas en "El bola", con Julio Médem en "La pelota vasca", y en numerosas ocasiones con Isabel Coixet tanto en cine ("La vida secreta de las palabras", "Etalonando" o "Mi vida sin mí") como en publicidad. Con ella que me siento muy cómodo trabajando lo mismo que me pasa con Furones en los cortos. Este verano trabajé con Woody Allen los días de rodaje en Barcelona.

- ¿Cómo valora la experiencia?

- No puedo decir que sea una experiencia negativa. Es todo un privilegio, porque es un cineasta que pasará a la historia, pero realmente no ha sido el rodaje en el que he estado más cómodo por la seguridad, por el método de trabajo de rodar pocos planos al día...

- ¿Qué prefiere iluminar en cine o en publicidad?

- Me encuentro más cómodo en el cine. Para mí la publicidad es una excusa para ir al baño, pero hay que comer. En la publicidad experimento cosas que en el cine no puedo hacer.

- ¿Qué anuncios en los que haya trabajado pueden recordar el lector?

- Cada persona retiene anuncios distintos; pero, por mi experiencia, el telespectador tiene en la memoria los anuncios en los que he trabajado con Isabel Coixet como el de "Ikea", de la república independiente de mi casa; el de "Caixa Criteria", rodado con músico en un desierto y en una plataforma petrolífera; o el del Golf de un chico daltónico y que ve su coche rojo.

- ¿Cuál ha sido su rodaje publicitario más complejo?

- Destacaría una campaña de un todoterreno, de Skoda, que para mí supuso un gran esfuerzo y que rodamos en Islandia.

- Ahora pasa unos días en Zamora. Su estancia obedece a....

- Me he embarcado en otro proyecto con David Furones y estamos preparando el guión técnico de "Crónica de una lágrima".

- Detállenos...

- Se trata de un corto que utiliza la pena de muerte como una excusa para presentar cómo seis personas se enfrentan a una misma realidad. La trama juega con las antítesis de cómo la pena de muerte, con todo el drama que lleva asociado ya el fallecimiento de un ser querido, puede concluir en un momento bello. Desde mi labor, intentaré que la fotografía no sea la protagonista, sino la historia

- ¿Cómo un profesional se embarca en proyectos de un amateur?

- El director me ha ofrecido un magnífico guión, muestra mucha confianza en mí y me lo tomo a nivel profesional, aunque no cobre. El resultado del otro trabajo que he hecho con Furones, "Puro teatro" me ha gustados más que películas de grandes presupuestos.

- ¿La fotografía es una labor que pasa algo desapercibida?

- Considero que a lo que me dedico es lo mejor que podría hacer. Me molesta que la gente no espere en las proyecciones a que aparezcan los títulos de crédito o que en televisión no puedas conocer quién se encarga de ciertos aspectos en una película porque interrumpen el filme cuando comienzan a aparecer los nombres. Sin embargo, cuando vas a un museo puedes ver impreso en una tarjeta el nombre del autor. Por otro lado, entiendo que el público no espere cinco minutos para ver el nombre de las personas que trabajamos en una película.

- Usted ha formado parte de equipos de filmes españoles y también ha trabajado en el extranjero. ¿El cine español está en crisis?

- El problema está relacionado con los guiones. El texto no entiende de dinero, sino del tiempo que quieras dedicarle. No obstante, los hay muy interesantes, como el proyecto de Achero Mañas o en de "Crónica de una lágrima" de David Furones. El cine es una industria y como tal, se buscan películas comerciales. Los americanos también tuvieron su crisis e inventaron el negocio del cine. Tenemos mucho que aprender del cine americano y, sobre todo, del nórdico tanto de su forma de subvenciones y financiación, como de su producto. La piratería no me molesta: si unos padres ponen películas a sus hijos, éstos adquirirán la cultura del cine y finalmente acabarán yendo a verlas en pantalla grande.

- ¿Qué opina del nivel cinematográfico de Zamora?

- Al trabajar con un director de esta tierra me he interesado por lo que se hace en Zamora. Conozco el trabajo de otros creadores, como Manuel Sanabria, y creo que a nivel cinematográfico no está muy explotada. Los proyectos de Furones y de distinta gente sirven para reivindicar que Zamora existe a nivel de cine y ejemplifican que se puede hacer buen cine fuera de Madrid o Barcelona. Por otro lado, estos días me he enterado que se crea la Film Commission, lo que me parece muy bien porque ayuda a los proyectos que quieran efectuarse en la provincia y porque se trata de una manera de promocionar Zamora. Estaría bien que las autoridades competentes se conciencien de que el cine es cultura.

- ¿Qué proyectos tiene por delante?

- Uno de los referentes en mi vida es mi hermana que colabora con distintas ong. Desde hace un tiempo tengo en mente ir a Africa con un pequeño equipo a rodar y plasmar la visión de este continente desde el punto de vista de los oriundos y que ellos filmen nuestras reacciones allí. Todavía no tengo fechas. También me apetece mucho volver a rodar con David Furones y tengo la posibilidad de participar en el rodaje de la primera película de Arturo Turón, el ayudante de dirección de Ramón Salazar y Alfonso Albacete, los directores , de "20 centímetros", y "Piedras", que se rodaría en Méjico, Chile, Portugal, Cadaqués y Madrid.

«Todo filme que consiga crear una emoción, es una buena película»

- ¿Qué le hizo dedicarse a la iluminación cinematográfica?

- Hasta los 18 años estudiaba y jugaba al fútbol en la Real Sociedad, en segunda división. Tuve una lesión de rodilla de la que no me recuperé y tuve que dejarlo. Al mismo tiempo, se produjeron en mi vida una serie de condicionantes que me hicieron buscar una válvula de escape que fue el cine.

- ¿Cómo se ha preparado?

- Poco a poco, luchando, y con mucho sacrificio, he ido formándome en centros privados, de hecho tengo que hablar de la universidad en tercera persona. Aposté por el cine porque lo que me interesa es contar historias o ayudar a que otros cuenten historias. Realicé cursos en Nueva York y en Londres trabajé como fotógrafo de moda. Al regresar tuve la oportunidad de estar al lado de los dos mejores directores de fotografía de España, Javier Aguirresarobe y Jean Claude Larrieu, lo que me ha abierto muchas puertas. Cuando empecé, no tenía la posibilidad de elegir los guiones de las películas en las que trabajaba.

- ¿Qué tiene que tener un guión para que lo acepte?

- Todo filme que consiga crearte una emoción es una buena película, aunque te genere una emoción negativa. Una película que no diga nada o te deje impasible: es una mala película, independientemente de su presupuesto. Mi prioridad es que cuando una persona va a ver una cinta lo que me interesa no es lo que piensa, sino cómo reacciona.