- ¿Se nota, como dicen, un aumento de las separaciones tras las vacaciones de Navidad?

- Sí, hay parejas que llegan a las fiestas con muchas tensiones. Muchas veces esperan a que pase la Navidad por los niños, y luego se separan. En vacaciones pasan más tiempo juntos. En la mayoría de los matrimonios trabajan los dos miembros, pasan casi todo el día fuera de casa y cuando regresan sólo quieren desconectar, pero en vacaciones tienen que convivir las veinticuatro horas del día y se dan más cuenta de que la cosa no funciona. Las tensiones se acentúan más cuando pasan más tiempo juntos.

- Con el divorcio expres, ¿de verdad hay más rupturas?

- Igual, lo que pasa que ahora son más rápidas. Antes, el proceso era más tedioso, más lento. Ahora se soluciona antes, con una gran ventaja porque todo trámite burocrático, si no es de mutuo acuerdo, hace que el divorcio sea más duro.

- ¿Realmente hay cada vez más casos de mutuo acuerdo?

- En principio, sí. Pero las cosas se complican en cuanto empiezan los trámites, con los comentarios de los amigos, las familias. Sobre todo en el plano económico. Se piensa más en eso que en los niños o en la familia. Hay más casos de mutuo acuerdo gracias al trabajo de los abogados, pero todavía hay mucha carga familiar, mucho chinche, con comentarios tipo "a ver si se va a aprovechar y quedar con tal cosa".

- ¿Las causas más frecuentes?

- Es un terreno farragoso. "La relación no marcha porque el otro no era como yo pensaba", "la convivencia no funciona desde que nacieron los hijos"... Hay causas económicas, cambios en el terreno laboral. Suele haber varias causas y cada pareja tiene su historia.

- En la asociación se intenta la reconciliación.

- Obviamente. Pensamos que es lo más rápido, lo más sano a nivel mental, y más si hay niños.

- Los niños, dicen, se llevan siempre la peor parte, ¿qué problemas presentan?

- Si la pareja gestiona bien el divorcio y no los utiliza como moneda de cambio, pueden pasarlo mal, tener un retraso en el "cole", problemas puntuales que se solventan casi solos. Pero como los utilicen como chantaje, muchas veces sin querer, para intentar hacer daño al otro, hay problemas de desarrollo, retrasos en el lenguaje, cambios bruscos de comportamiento. Si son adolescentes empiezan con el pasotismo, el chantaje a los padres. La norma es que cuando se hacen mayores de edad se marchan de casa. Ni con uno, ni con otro. Cuando pueden independizarse se van, como vía de escape, tras haber soportado que se les pusiera en la tesitura de "a quién quieres más, a papá o a mamá". He visto chavales de 9 años con estrategias mentales bestiales para que ambos papás estén contentos. Cargan con esa presión y luego tienen terrores nocturnos.

- ¿Cómo hacen para tener contentos a los padres?

- Papá les regala un juguete que mamá no se puede permitir y ellos intentan que quede siempre en casa de papá para que mamá no lo vea. O no cuentan si papá o mamá hablan mal del otro, para no hacer daño. Y cuando papá o mamá tienen otras parejas ellos no cuentan comentarios para que nadie se sienta herido, y esa es una carga muy dura que ya para un adulto cuesta procesar.

- ¿Algún problema que se repita en casi todas las parejas?

- La falta comunicación, bestial. Hay una especie de separación vital, cada uno quiere hacer su vida por su lado, cada uno tiene sus amigos, y se olvidan de cultivar la pareja. No sé si es un problema o una consecuencia. Muchas veces la ruptura se produce tras el nacimiento de un niño. Por el cambio de papeles en la pareja, con la mujer centrándose más en los hijos, y las presiones familiares.

- ¿La familia se rompe, o evoluciona?

- Cambia. Y se da el caso de que a veces los niños se encuentran con que tienen más abuelos, con los padres de las parejas de sus progenitores. Depende de cómo se gestione el divorcio. Si eres consciente de que tus hijos tienen otra familia y que tienes que contar con ella, no se rompe, cambia de estructura. Es como la energía, se transforma.

- ¿Qué pasará cuando comiencen a separarse los homosexuales?

- No creo que haya mucha diferencia con respecto a las parejas heterosexuales, sobre todo si tienen niños. Pero sí creo que se les fustigará más. La leyenda en torno a su promiscuidad se les volverá en contra desde los sectores más tradicionales Se les echará en cara que, ahora que se pueden casar, se separen.

- ¿Y en Zamora se separa menos gente, por ser una provincia conservadora y avejentada?

- Sí es verdad que se separa poca gente. Es una provincia tradicional, con una importante carga cultural, pero las rupturas están despuntando. La población se renueva y todo esto se está normalizando.