Los comerciantes contrarios al plan de peatonalización presentado por el Ayuntamiento han decidido unir fuerzas contra el cierre al tráfico previsto en las calles San Torcuato y San Andrés mediante la reciente creación de la "Plataforma por la dinamización del centro comercial tradicional". Algunas de las primeras iniciativas emprendidas por este colectivo han sido una recogida de firmas en la que 98 establecimientos muestran su rechazo al plan de peatonalización municipal.

Una cifra que triplica a las 30 rúbricas recopiladas por el sector partidario del cierre al tráfico en la misma zona y la más afectada, la comprendida entre la calle San Andrés (desde el Seminario), pasando por la Plaza Mayor , Renueva y San Torcuato hasta su cruce con El Riego. «Son una minoría frente a la amplia mayoría que constituimos los que nos oponemos al cierre del tráfico», explica Bernabé de la Iglesia, uno de los promotores de la plataforma, quien solicita una reunión con la alcaldesa y los responsables municipales similar a la mantenida por los comerciantes partidarios.

El colectivo ha elaborado carteles que han sido colgados a las puertas de gran parte de los establecimientos de la zona centro de la ciudad en los que se pueden leer frases como «Lo malo para el comercio no es la peatonalización, sino la improvisación, la chapuza y el disparate». Bernabé de la Iglesia argumenta que «la peatonalización sólo favorece a los intereses de las grandes multinacionales y no al pequeño comercio», al mismo tiempo que asegura que este último se verá abocado a la desaparición si se materializa el proyecto tal y como se encuentra previsto.

La falta de acceso a la circulación de vehículos, según sostiene, ya está produciendo grandes pérdidas, ya que «si tenemos en cuenta que en algunos casos el 80% de los clientes proceden de los pueblos, si no pueden dejar los coches cerca se van a ir a otros sitios como los centros comerciales». En el mismo sentido razona que las compras de mucho peso, como puede ser la carne en época de matanza, requieren tener el vehículo cerca para transportarla.

Por ello, tras 40 años dedicado al pequeño comercio tradicional sostiene que el cierre al tráfico puede suponer «que mucha gente se vaya a la calle e incluso que muchos establecimientos tengan que cerrar». De hecho, asegura que el sector acarrea un descenso del volumen de ventas de hasta el 50% durante los últimos años.

Para evitar la desaparición del pequeño comercio la plataforma anuncia movilizaciones, que abarcan desde concentraciones y caceroladas hasta el cierre de establecimientos como medidas de protesta.

Un rechazo que condicionan a la creación de plazas de aparcamiento cercanas a la zona de compra. «Si se construyen aparcamientos en zonas cercanas como la Plaza Mayor o del Maestro Haedo nuestra postura sería totalmente diferente». Aún así defiende que «en caso de llevarse a cabo la peatonalización debe acatarse por todos, incluidas las autoridades».