Los vecinos de La Costanilla tienen una larga lista de calificativos para con el estado del pavimento de la calle: «vergonzoso», «tercermundista», «patético». Algunos comerciantes lamentan pérdidas de hasta un 30% por culpa de las condiciones en que se encuentra el firme y, de prolongarse más esa situación, amenazan con movilizaciones.

En ocho años, la vía ha sido reparada al menos una quincena de veces y hasta hace dos días se observaban numerosas losas rotas y levantadas, con «peligro de accidentes» tanto de vehículos como de viandantes. El Ayuntamiento, que ha anunciado para dentro de tres meses una solución definitiva, para lo que ha previsto destinar 200.000 euros, ha procedido esta semana a un arreglo provisional, retirando algunas losas rotas y tapando los huecos con zahorra. Vecinos de la zona denuncian, sin embargo, que esa solución, temporal, resulta «peligrosa». «En cuanto llueva, los cantos rodados van a saltar al paso de los vehículos, con el riesgo de que le den a alguien, rompan la luna de algún escaparate, o provoquen alguna caída», se teme el propietario de un establecimiento de la zona. Más de uno hace observar el peligro, sobre todo, para los motoristas. Tanto con las losas rotas, como con la zahorra, que «puede provocar resbalones».

El concejal de Obras, José Luis González, niega que la zahorra compactada, «consistente», pueda provocar problemas, además de asegurar que «se ha desactivado un riesgo», si bien admite que no se trata de una solución desde el punto de vista estético. En todo caso, se trata de una medida «provisional», que será «sustituida por otra provisional o definitiva».

Hasta el momento, lo único que ha habido son «chapuzas». «Esta calle necesita una actuación integral», urge otro comerciante. El problema se achaca a la ejecución de unas obras, «sin el firme adecuado», que se diseñaron para una zona peatonal, y por la que siempre ha discurrido el tráfico, que se ha intensificado en el último año por los trabajos que se realizan en el entorno de la Plaza Mayor, lo que ha contribuido a un mayor deterioro. El descontento es generalizado. El «abandono», visible.