Castilla y León tiene un recién estrenado Estatuto de Autonomía de primera división, que ha sido hecho entre todos, «políticos y sociedad civil» y que servirá, se va a ver con el tiempo, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de la región. Fue el mensaje básico lanzado ayer por el consejero de Presidencia y portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, durante su intervención en el Club La Opinión-El Correo de Zamora, convertido esta vez en foro donde llevar a cabo la necesaria labor de pedagogía para que los ciudadanos conozcan y valoren en su justa medida el marco donde se desarrolla la política regional que tiene ya la mayor parte de las competencias que más afectan a la gente de la calle.

Llegó el consejero acompañado por el secretario general de su departamento, Santos Villanueva y el director general de Comunicación, Angel Losada, y en el salón de actos de Caja Duero se vió arropado también por la alcaldesa, Rosa Valdeón, el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, el presidente del Consejo Consultivo, Mario Amilivia, el ex-alcalde Antonio Vázquez, además de una amplísima representación de cargos de la Administración Autonómica y equipos de Gobierno de las instituciones provinciales. El salón de actos presentaba un concurrido aspecto para escuchar al invitado de Carmen Ferreras en el foro cultural y de debate del periódico.

«Tenemos que continuar explicando y dando a conocer el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, que se ha aprobado hace escasamente mes y medio en el Senado de España, y es algo que hicimos entre todos, entre las fuerzas políticas y la sociedad civil de Castilla y León. Y quisimos que fuese para todos. Y ahora tenemos que demostrar que es una herramienta útil para mejorar la vida de todos los castellanos y leoneses. Ese es el fin del Estatuto: ser una herramienta para mejorar la calidad y el bienestar de los ciudadanos de nuestra tierra».

Y en esa tarea están los responsables de la Junta, siguiendo instrucciones del presidente al día siguiente de aprobarse el texto: llevarlo a todos los rincones de Castilla y León para difundir y explicar el Estatuto. Como explicaba el portavoz del Gobierno regional: «La conferencia de hoy es una pieza más de ese plan de difusión, de intentar hacer llegar a los ciudadanos la utilidad, para qué sirve nuestro Estatuto, qué objetivos persigue y demostrarles, a lo largo del tiempo, que es una herramienta útil para mejorar los servicios que más les preocupan: la calidad de la enseñanza, la mejora del sistema de salud, las políticas de empleo, hacer frente al problema de la despoblación que tiene Castilla y León..en fin, eso es lo que toca ahora. Explicar que esta herramienta que hicimos entre todos va a ser, también, útil para todos».

No es fácil destacar aspectos novedosos del Estatuto «porque hay muchos. Incluye una amplia carta de derechos, fundamentalmente sociales, dirigidos a los más desfavorecidos, a los colectivos que en muchas ocasiones ni tienen voz: discapacitados, dependientes, mayores o jóvenes».

También recoge «competencias muy añoradas por nuestra Comunidad Autónoma, como es la gestión del Duero, que nace en Castilla y León y llega hasta Portugal sin atravesar ninguna otra comunidad autónoma», señaló el orador. De Santiago calificó el Estatuto como «posibilista, porque está preparado para recibir y adaptarse a posibles cambios que parece se pueden producir en leyes orgánicas, como la de bases de régimen local, la que regula el poder judicial o en la Agencia Estatal de impuestos». Es además, un texto hecho a la medida «de nuestras características. Y las refleja, pero no de forma caprichosa. Porque cuando se refiere a la financiación de las comunidades autónomas recoge que se tengan en cuenta cuestiones tan importantes como la dispersión de la población en un amplio territorio, el envejecimiento, la masa forestal...Pero eso no se hace caprichosamente porque pensemos que son las características de Castilla y León, sino porque esos elementos influyen a la hora de financiar servicios fundamentales. Es más caro prestar la sanidad o la educación con unas características como las nuestras que en otro tipo de territorios».

«Tenemos un Estatuto de primera, sin lugar a duda. Fuimos ambiciosos y yo creo que hemos alcanzado nuestro techo competencial dentro del actual marco constitucional. Sin duda ninguna», expresó rotundo el consejero. Y fue más allá al afirmar que, frente a lo ocurrido en otros lugares, como Cataluña, «hemos sido respetuosos con los ciudadanos de Castilla y León. Hemos trabajado sin molestar a los ciudadanos de Castilla y León. Sin paralizar la acción de Gobierno de la Junta, sin monopolizar el debate político con la reforma estatutaria. Otros han perdido cuatro años monopolizando su reforma y mareando la perdiz en torno a su reforma. Nosotros, y cuando digo nosotros me refiero a todos los grupos políticos y la sociedad civil que ha colaborado en la construcción de este nuevo texto, entendimos que por respeto a los ciudadanos no podíamos monopolizar la vida política con el debate estatutario. Porque la democracia, al final, es respeto y diálogo», señaló De Santiago.

El hecho de haber alcanzado un acuerdo unánime en una época de constantes tensiones políticas ha sido posible «con mucha habilidad, cediendo todos y sobre todo, de verdad, respetando la Constitución».