Tienen más de diez metros de profundidad, se incrustan en la roca del subsuelo del casco antiguo rellenos de cemento líquido y, a pesar de sus características técnicas, se han convertido en elementos familiares para los zamoranos. Son los micropilotes del Ramos Carrión o, lo que es lo mismo, los nuevos cimientos de seguridad que van a permitir ejecutar la obra y proteger al tiempo el perímetro del solar para que no se derrumben edificios colindantes, como es el caso del Parador Nacional de Turismo. Un proceso que ha obligado al Ministerio de Vivienda a decretar unas obras de emergencia que se desarrollarán durante cinco meses con un presupuesto extraordinario de 3,6 millones de euros. Y todo antes de que comience el proyecto propiamente dicho para la construcción del nuevo teatro, con un plazo de ejecución de tres años.

Quince operarios y especialistas de la empresa encargada de los trabajos, la UTE formada por Construcciones Arcebansa S. A. y Ortiz Construcciones y proyectos S. A., se dedican a pleno rendimiento en estos momentos en la instalación de cada uno del medio millar de micropilotes que se calcula se necesitará fijar en el solar antes de poder completar el vaciado de todo el solar para trabajar en la construcción del teatro. Esta operación puede durar varios meses, ya que entre eje y eje de los micropilotes tan sólo hay una distancia de 30 centímetros.

Tras la explanación del terreno y el desvío de redes próximas, como la del agua y gas de otros edificios que pasan por la zona, los operarios han realizado el replanteo del lugar en el que irán estos "postes" de cemento. Sólo para asegurar la fachada lateral del Parador se van a necesitar cerca de 250, explican desde la empresa adjudicataria. Las labores comenzaron días antes de Navidad, y en la actualidad son ya 30 los que se han instalado en el entorno. Hay que construirlos de forma alterna, ya que el cemento tiene que fraguar y secar antes de volver a esa parte del terreno y realizar los siguientes. Esta semana las labores se han centrado en la parte del solar que es colindante con el Parador Nacional de Turismo.

La primera operación de este sistema de cimentación consiste en perforar el suelo con unas máquinas especiales hasta encontrar roca en la que poder incrustar el micropilote. Dos compresores de alta presión se encargan de extraer los escombros con aire comprimido para que el agujero quede limpio y dispuesto para la siguiente fase. En esta parte de la ciudad, precisan los técnicos, la materia rocosa se localiza a unos diez metros de profundidad. Una vez realizado el trabajo con la micropilotadora, que se empotra en la roca hasta tres metros, se introduce un tubo de acero por el que se inyecta cemento líquido hasta que rebosa. Estos pilares consecutivos van a formar una especie de pared que sujetará las fachadas de otros inmuebles para poder así actuar con tranquilidad en el solar del Ramos Carrión. Por la parte superior se coloca una "viga de coronación" que los une, y luego se añade una segunda línea de anclaje. La previsión es bajar la cota del suelo cerca de cinco metros más sobre el nivel actual y poder excavar así sin riesgo alguno de derrumbe.

Los micropilotes también se van a utilizar en la fachada principal del teatro, que se quiere conservar, pero que antes hay que «recalzar» para que no sufra deterioros. Para ello se sujetarán con una estructura metálica que recibe el nombre de apeo, y que la inmoviliza totalmente para poder actuar sobre ella.

La cimentación mediante la sucesión de decenas de vigas de cemento líquido a gran profundidad es uno de los sistemas más usados en estos momentos, y el que ofrece mayores garantías, según han señalado los responsables de Arcebansa-Ortiz.

Excavaciones a gran nivel

Dos máquinas de grandes dimensiones trabajan desde unos días antes de Navidad en las excavaciones del solar del Ramos Carrión para perforar los agujeros en los que irán los micropilotes

Más de una hora por cada agujero

Hacer cada uno de los agujeros, que luego habrá que rellenar de cemento líquido, cuesta más de una hora de dedicación y vigilancia, puesto que se taladra hasta dar con la roca del subsuelo

Un tubo de acero para dar forma

El siguiente paso es introducir un tubo de acero que dará forma al micropilote que sujetará, una vez realizada toda la serie, los cimientos de los edificios colindantes durante el vaciado del solar

InyecciOn de cemento lIquido

La operación finaliza con la inyección de cemento líquido en el tubo hasta que rebosa. Entre el eje de un micropilote y el siguiente hay una distancia muy pequeña, apenas treinta centímetros