- La avalancha de información en torno a conceptos como el calentamiento global o el efecto invernadero... ¿peca de catastrofistas o, por el contrario, toda prevención es poca?

- Ni una cosa ni otra. Aquellas opiniones absolutamente catastrofistas carecen de los datos necesarios para hablar de ese modo, pero tampoco comparto la opinión de la escuela contraria formada por integristas que defienden que no existe tal cambio, sino que se trata de un episodio de variabilidad sin más. Como experto en el tema, puedo decir que todavía no tenemos la suficiente información como para predecir con exactitud. Sin embargo, lo que es incuestionable es que el cambio climático existe. Lo que nadie puede predecir todavía es qué va a suceder y cuándo. Las previsiones que se hacen de deshielo del Artico se hacen acorde a los últimos cinco o diez años, pero si tomamos series más largas, la previsión es diferente. Lo que necesitamos los científicos son más datos que nos permitan generar modelos fidedignos. En la actualidad hay mucha gente que se ha sumado al carro del cambio climático y lo está aprovechando por la atención mediática que genera. Sin embargo, los que llevamos más tiempo en esto somos conscientes de que ni mucho menos es tan catastrofista como algunos lo pintan ya que no hay evidencias que permitan augurarlo así, pero sí hay que llamar la atención sobre la gravedad del asunto.

- Hay quienes confunden el cambio climático con un episodio de variabilidad climática. ¿Podríamos estar ante este último fenómeno?

- Hay que discriminar el concepto de viariabilidad climática. Es cierto que han existido episodios en la historia donde la temperatura ha subido o bajado fruto de procesos naturales. Sin embargo, en el último siglo el hombre ha comenzado a utilizar combustibles fósiles acumulados y han salido al exterior una serie de productos que atrapan el calor. Eso es el efecto invernadero aunque, claro está, el proceso es mucho más técnico. La presencia de una serie de gases, entre ellos, el dióxido de carbono, determina que un calor que tenía que salir fuera del sistema quede en el interior, en la atmósfera y en el océano, lo que produce que se incremente el calor medio de la tierra, la atmósfera y el océano. En este caso, hablamos del calentamiento global. Lo que diferencia la variabilidad climática del cambio climático es que este último está producido por el ser humano, de ahí que la responsabilidad social sea muy importante porque, de alguna manera, el hombre lo que ha hecho es modificar el sistema de modo que la respuesta natural está siendo transformada.

- Aunque todo está basado en modelos de simulación, ¿qué previsiones de cambios se prevén en los próximos 100 años?

- Ahora trabajamos con modelos predictivos pero ninguno es preciso dada la falta de datos. Tenemos un grupo internacional que trabaja con pautas de simulación pero hay que otorgar el grado justo de garantía de esos modelos. Cada día se dispone de más información y cada vez los modelos predictivos son más precisos, pero ahora mismo hablamos de categorías como "muy probable", "poco" y "evidente".

- ¿Cuánto se entibiará la Tierra en un futuro cercano?

- El calentamiento es ahora muy difícil de predecir, pero se estima una subida de entre uno y cuatro grados en el próximo siglo. No obstante, el protocolo de Kioto y el de Bali comienzan a cumplirse de forma efectiva, de modo que las previsiones pueden cambiar.

- ¿Qué hace un paleontólogo trabajando en el cambio climático?

- Entre otras cosas, yo investigo los organismos que vivieron en el mar en un pasado más o menos reciente. Buscamos situaciones similares a la que está aconteciendo en la actualidad, episodios de temperaturas altas en la atmósfera, mucho calor y niveles de dióxido de carbono concentrado muy alto. Con todo ello producimos datos y simulamos modelos en el pasado que puedan ser similares a los que acontezcan. Buscamos en el Pacífico ecuatorial, el Artico y la Antártida las características de sus aguas, la fauna y la atmósfera, y suministramos esos datos a los modelizadores para que generen modelos predictivos. Necesitamos muchos datos y, a día de hoy, sabemos que este calentamiento determinará una subida del nivel del mar.

- ¿Hay precedentes históricos similares a los que vivimos en la actualidad?

- En tiempos recientes el más importante y similar ocurrió hace 120.000 años. Fue un momento donde las temperaturas y el nivel del mar estaban por encima de las actuales. Sin embargo, existe una diferencia: en ese momento, aunque fue muy cálido, el nivel de dióxido de carbono era inferior y la curva del CO2 iba paralelo a la de la temperatura, mientras que ahora el dióxido está muy por encima de la temperatura, lo que hace pensar que el calor seguirá subiendo. Eso es lo que hace que algunos modelos que se plantean sean tan catastrofistas porque no sabemos con exactitud a qué se deben las subidas y bajadas del CO2. Se sabe que tienen que ver con la biosfera y la dinámica del océano, pero nada más. Acabo de llegar de un congreso en California y este planteamiento ha centrado todas las conferencias.

- ¿Cuánto tiempo tardará en responder el sistema ante la subida del dióxido de carbono?

- Es uno de los asuntos que más preocupa. Es un dato que desconocemos y, aunque tenemos alguna información basada en el pasado, carecemos de las herramientas precisas para demostrarlo. Estamos en ello, si bien es algo que cuesta mucho dinero y esfuerzo. Supone poner en marcha barcos y programas muy caros, tanto como la investigación espacial. Cuanto nosotros vamos con nuestro buque oceanográfico "Hespérides" un mes a alguna expedición, sólo mover el buque y costear la investigación suponen millones de euros.

- ¿Qué posibles riesgos podrían correr entornos de especial protección ambiental en la provincia como las Lagunas de Villafáfila o el Lago de Sanabria?

- Una transformación importante que tendrá lugar será un cambio en los cinturones climáticos, de modo que lo que se prevé es que la Península Ibérica sea más árida y la distribución del régimen de lluvia se altere. Se trata de una variación importante en el régimen hídrico y puntos sensibles como las lagunas de Villafáfila requieren que el nivel freático sea estable. En el caso del Lago de Sanabria, no debería de cambiar mucho debido a su origen glacial. La diferencia es que la acumulación de nieves en ambientes alpinos y subalpinos están retrocediendo y pueden sufrir cambios en la dinámica de esas aguas. Si no hay nieve, la estacionalidad se marcará de otra manera y quizás los ríos fluyan de un modo diferente. Habrá que ir pensando en otros sistemas de almacenamiento de agua.

- ¿Cómo contribuir a nivel ciudadano?

- En ese sentido, soy más bien pesimista. Una modificación de hábitos puede reducir en cierta medida la emisión de gases invernaderos pero no podemos olvidar que la población aumenta. El protocolo de Kioto es una quimera y, aunque se cumpla, la inercia y la producción del dióxido es tal que va a ser imposible parar la máquina que determina el calentamiento climático. Lo que puede suceder es que esa curva exponencial tenga una pendiente más tendida, pero seguirá subiendo. En ese sentido soy más pesimista porque no sabemos cómo va a reaccionar el sistema y cuál va a ser el calentamiento global. Por eso tenemos que seguir trabajando.

- Fue nombrado en 2005 coordinador del área de Geología en Investigación Oceánica dentro del Comité Científico Español para la investigación en la Antártida y preside también el Comité español de un programa sobre el cambio climático en el océano. ¿Qué supone para usted estar al frente de ambos organismos?

- Si algo hacemos en mi trabajo es viajar. Entre cuatro y seis meses al año los pasamos viajando y el Comité Científico Español para la investigación en la Antártida se dedica a coordinar los estudios de los polos. Se trata de un comité nacional relacionado con otro internacional, que es la máxima autoridad en investigación polar de la Antártida. En cuanto al programa internacional del cambio climático en el océano, están implicados cincuenta países y yo coordino a los investigadores españoles. Organizamos expediciones en barcos de norte a sur para investigar en todos los océanos de cara a buscar en los sedimentos series climáticas con las que reconstruir el clima. Si algo hacemos en esta profesión es viajar. Dentro de diez días me voy a la India a participar en una reunión para llevar a cabo una expedición de búsqueda de nuevas energías.

- ¿En qué consiste un proyecto de perforación oceánica?

- Depende del buque y en función del proyecto internacional. El más importante, del cual también soy el representante español, es el IODP (Integrate Ocean Drilling Programa), un proyecto que cuenta con un barco que dispone de torre para perforar y que es subvencionado por Estados Unidos, Japón y un consorcio europeo. Se dedica en exclusiva a recorrer el océano, recoger análisis y extraer sedimento del fondo en una superficie de entre cuatro o cinco kilómetros de. Una vez que regresamos a Salamanca, estudiamos los microfósiles que quedaron atrapados y esos organismos nos proporcionan la edad y el ambiente. En estas campañas viajan hasta cincuenta científicos de todo el mundo, cada uno experto en una especialidad, y trabajan por parejas 24 horas al día durante dos meses. Las campañas con nuestro buque "Hespérides" son más cortas.

- ¿Llegó a temer por su vida durante el transcurso de alguna de las expediciones en las que ha participado?

- Reconozco que hay momentos en los que se siente miedo. Ha habido accidentes importantes pero en los buques se vive bien y hay mucha seguridad. Cuando se trabaja en aguas polares el agua está entre -1 y 2 grados centígrados. Eso supone que si te caes, mueres en unos minutos pero si te pones el traje de neopreno puedes sobrevivir alguna hora más. Hacemos ejercicios de emergencia cada semana cuando estamos en las expediciones.

- El peligro de las aguas, los viajes, las ausencias durante meses... ¿cómo concilia esta situación profesional con la familiar?

- La familia lo entiende, pero es duro. En alguna ocasión he pasado las navidades embarcado ya que cuando vamos a la Antártida hay que ir en invierno, es decir, verano en esa zona. Mi primera expedición fue en 1991 pero desde 1985 trabajo en materia marina ya que mi tesis versó sobre ello.

- Y el próximo periplo, rumbo a...

- Tenemos una expedición al Mediterráneo y estoy invitado también al estrecho de Bering, en el Pacífico Norte. A este último viaje quizá no pueda asistir ya que tengo que trabajar en el Instituto Polar alemán, el mejor en investigación de estas características.

- El Artico ha merecido menor atención por parte de los científicos. ¿A qué es debido?

- Es cierto, de hecho nuestro buque ha llegado por primera vez este año al Artico mientras que a la Antártida acude todos los años desde 1992. El Tratado Antártico obliga políticamente a que exista una investigación de élite y por eso ha merecido mayor atención. No obstante, no hay que olvidar que el Artico es un mar y la Antártida, un continente más frío donde existe tierra y mar. Si me das a elegir, yo me quedo con la Antártida porque impresiona más. No existe tampoco un Comité de Investigación Artico y sí de la Antártida.

«Al Gore es divulgador, no científico»

- ¿Cree que los Gobiernos, sean del signo político que sean, hacen lo suficiente para prevenir el cambio climático?

- Con todos los gobiernos hemos estado muy bien subvencionados, eso es cierto, y tenemos un buen equipo de becarios. Además, al ser el año polar internacional, el ministerio ha promovido programas especiales. Yo echo en falta más equipos dedicados al cambio climático de manera específica. nosotros lo hacemos pero existe cierta descoordinación y ahora es el momento de coordinar. En cualquier caso, creo que sí existe coordinación en los Gobiernos.

- ¿Y en la sociedad?

- Comienza a sensibilizarse, por eso es tan importante transmitir la realidad a los niños y a los ciudadanos. Hay que explicar las cosas con claridad y sin tecnicismos, sin catastrofismo, porque no tampoco hay que meterle a la gente el miedo en el cuerpo. Al mismo tiempo, hay cosas que no me gustan, por ejemplo, el circo que se monta con las conferencias de Al Gore.

- ¿Cree que Al Gore es merecedor del Premio Nobel de la paz?

- Yo creo que su labor es muy importante pero requiere mayor precisión y rigor en algunos casos y menos alarmismo para no generar un integrismo. Su papel ha sido importante como divulgador pero no se debe confundir que el Nobel no lo ha recibido como científico. Aunque utilice mucha información y los comunique con corrección, tiene que ser analizado en su justa medida.