Diez niños menos que el año anterior llegaron al mundo el Zamora durante 2007. Los paritorios zamoranos atendieron el nacimiento de 1.042 criaturas durante los últimos doce meses, la peor cifra de los últimos tres años, pero dentro de la horquilla de entre mil y 1.100 partos en la que fluctúa la natalidad provincial en lo que va de siglo. Salvo el año 2003, en el que parecía apreciarse un repunte procreador, al superarse la barrera de los 1.100 nacmientos, el resto de los años del presente siglo, desde 2001, se han movido con escasas fluctuaciones en el entorno mencionado. Y gracias a que los inmigrantes han frenado la caída libre en la que se movía el natalicio provincial en la década de los 90 del siglo pasado, que tocó fondo en 1999, el único año donde no se superó el millar de nacimientos en la provincia. Los datos de 2007, no obstante, son mejores que los que se dieron en 2004, cuando el Virgen de la Concha bajaba también de los mil nacimientos y el conjunto de la provincia apenas superó por poco esta barrera del millar.

Así las cosas y analizando los datos del último lustro se puede concluir que la natalidad de Zamora se encuentra ciertamente estancada, con ligeras caídas y recuperaciones según los años, pero sin una tendencia clara hacia arriba o abajo como sí se observaba en la postrera década del fin del siglo pasado.

El Hospital Virgen de la Concha tiene los paritorios con mayor actividad de la provincia y en ese hospital llegaron al mundo la mayoría de los nuevos zamoranitos, 985, treinta y uno menos que el año anterior. En el Centro Médico, sin embargo, se recuperó la cifra de partos que venía en claro descenso desde 2003 y se alcanzaron los 57 niños, con un incremento muy considerable frente a los 36 del periodo anual anterior.

30% de cesáreas

Los datos sobre la actividad de ginecólogos y matronas en el Virgen de la Concha, único centro público que atiende partos, indican que uno de cada tres requirió cesáera. Así, frente a 754 partos vaginales, 231 necesitaron recurrir a la cesárea, una técnica que permite la salida del feto mediante una intervención abdominal. Se recurre a ella cuando no es posible el parto vaginal (normal) o bien cuando se aprecia la posible existencia de un riesgo para la madre o el feto.

La mayoría de los partos fueron simples, aunque se registraron seis dobles, de gemelos, según las estadísticas facilitados por el Complejo Asistencial.

Uno de los datos destacados por los gestores del centro sanitario es que la analgesia epidural, que permite el parto sin dolor, se aplicó en el cien por cien de los casos susceptibles de recibirla (es decir, que no presentaban incompatibilidad con esta técnica). Zamora fue una de las provincias pioneras en la región en incorporar el parto sin dolor a la oferta habitual para los pacientes. A pesar de que existe aún un debate sobre los perjuicios y beneficios de esta técnica, parece haber un consenso bastante amplio en que las ventajas superan a los inconvenientes en la administración de analgesia epidular en el parto.